TRIBUTACIÓN. La presión fiscal (ingresos corrientes como porcentaje del PBI) es una medida del desempeño del sistema recaudador y del cumplimiento de las obligaciones tributarias de entidades privadas y públicas, y de ciudadanos. La del Perú (18.5%) se acerca más al promedio de los países pobres (15.3%) que al de los emergentes (26.8%), y bastante lejos de los avanzados (36.1%).
Un estudio del BCR incluido en su tercer reporte de inflación del año sostiene que el modesto desempeño del Perú “está ligado, en gran medida, al nivel alto de incumplimiento tributario, así como a un nivel importante de gasto tributario”. Este último concepto está referido al costo fiscal de las exoneraciones y beneficios tributarios existentes, que de acuerdo con el MEF asciende a un nivel potencial de S/ 15,493 millones (2.2% del PBI).
La evasión que afecta al Impuesto a la Renta (IR) empresarial equivale a 5.7% del PBI (más 0.6% del PBI en el IR personal), mientras que la del IGV representa 3.6% del PBI.
El incumplimiento del pago oportuno del IGV, que se había estabilizado en 30%, se deterioró los dos últimos años y subió a 36%. El BCR explica que, en parte, ese comportamiento se debe a que el incumplimiento tributario aumenta cuando la economía se encuentra en niveles productivos debajo de su potencial, que es lo que ha ocurrido en el país. Si bien el ciclo económico débil se está revirtiendo, eso no sería suficiente para que la evasión disminuya al nivel promedio de las economías emergentes, ya que la evasión tributaria en el Perú está relacionada con el tamaño de la economía informal.
En suma, uno de los desafíos para generar más ingresos tributarios es reducir la informalidad. Aunque sin olvidar la experiencia del primer año de gobierno de PPK: enfrentar la informalidad con medidas tributarias no necesariamente es el mejor camino.
El MEF proyecta que los ingresos fiscales aumentarán 6.7% el próximo año (en términos reales) gracias a las nuevas medidas tributarias y a una mayor fiscalización de la Sunat. Sin embargo, para el mediano plazo es necesario implementar políticas que impulsen simultáneamente la formalización, sobre todo la laboral, que en el 2016 fue la más elevada desde el 2011. La Sunat acaba de plantear la eliminación del Régimen Único Simplifi cado (RUS), creado hace 23 años, pues desalienta la formalidad. Sin embargo, medidas aisladas pueden tener efectos contraproducentes. Lo que hace falta es un esquema que las englobe dentro de un plan integral de reforma estructural.