PRIMEROS PASOS. El impacto de El Niño costero sobre la economía se traducirá en un crecimiento de apenas 2% del PBI en el primer trimestre. Esta estimación preliminar del MEF se suma a los diversos cálculos de las pérdidas que la alteración del clima está causando en muchos sectores productivos. Es por ello que además de aliviar la situación de la población afectada, la rehabilitación de la infraestructura y los servicios públicos también será necesaria para normalizar la situación de las actividades que las lluvias, las inundaciones y los huaicos han alterado.
Según la Convención Nacional del Agro Peruano (Convegro), las pérdidas en ese sector suman S/ 2,100 millones y abarcan más de 90,000 hectáreas de cultivos destruidos. Por su parte, el Ministerio de la Producción (Produce) estima que unas 14,000 empresas manufactureras han sido víctimas de El Niño, de las que 95.6% son microempresas. La minería, que por meses ha apuntalado al PBI, también ha sido golpeada, lo mismo que el comercio, que ya venía desacelerado, así como la distribución de electricidad.
¿Qué se puede hacer? Un factor clave será la rápida rehabilitación de las vías de transporte, y de los postes de electricidad y cableado eléctrico (que incidirán en la minería), así como de las redes de agua y alcantarillado, que tendrán un efecto positivo en la manufactura y el comercio. El sector que afrontaría más dificultades para levantar cabeza sería el agro, pues las épocas de nuevas siembras no las determina el ser humano sino la naturaleza. Sin embargo, eso no será motivo para retrasar la reparación de la infraestructura de riego dañada.
Ya se ha dado un primer paso con la decisión de la SBS para que tanto bancos como cajas municipales o cualquier otra institución financiera reprograme masivamente y de oficio los créditos de personas y empresas que operen en las zonas afectadas. También habría que incentivar a la banca para que se anime a desembolsar nuevos préstamos. Además, otra medida que se espera sería la relajación de la política monetaria del BCR para aumentar la liquidez, que vaya de la mano con algún esquema de otorgamiento de garantías respaldado por el Estado. Se requieren medidas creativas, tanto del Gobierno como de la banca, para que las empresas afectadas por El Niño puedan salir a flote.