CONTROVERTIDOS FALLOS. El presidente del Tribunal Constitucional (TC), Óscar Urviola, ha admitido que uno de los últimos fallos de este organismo fue un error. Lo preocupante es que el Estado ha dejado de recaudar, por decisiones similares del TC sobre reclamos de orden tributario, cerca de S/. 1,300 millones.
La Sunat ha impugnado todos los fallos, pues los considera “insólitos”. El caso que genera más perplejidad parte de una ley con beneficios “retroactivos” (aprobada por el Congreso en el 2008), pero ya sabemos que en cuestión de extravagancias nadie le gana al Legislativo, ni siquiera el Poder Judicial, aunque también se preocupa por dar lo mejor de sí para obstaculizar la labor de fiscalización de la Sunat.
Pero el tributario no es el único asunto económico sobre el que el Tribunal Constitucional está sentando una peculiar jurisprudencia, pues algo parecido ha estado sucediendo con asuntos laborales: protección ante despidos, solución de conflictos y una declaración de inconstitucionalidad de una disposición de la Ley Servir. Cabe precisar que todos estos fallos corresponden al anterior colegiado, al que solo le sobrevive Urviola –los seis nuevos integrantes juramentaron el martes último– y debemos pensar que sus excolegas carecían del conocimiento suficiente para profundizar sus análisis antes de emitir sus votos.
Es que la normatividad tributaria es muy compleja para los no iniciados, y nadie podría exigirles a los miembros del Tribunal Constitucional dotes de exégetas. Para esa labor existen un Tribunal Fiscal y juzgados especializados que presumiblemente poseen experiencia para atender los casos de los deudores tributarios, aunque parece que no es así.
No obstante, sí es posible evitar los fallos insólitos brindando más y mejor información sobre legislación tributaria. Esa tarea le corresponde a la Sunat, que ha anunciado que estará más cerca del contribuyente, y sería muy positivo que también extienda su mano amistosa al TC y al Poder Judicial.