SIN PROMOCIÓN. El Perú está ganando relevancia como organizador de eventos, pero como asistente deja mucho que desear –y no nos referimos a los mundiales, pues ahora ya no clasificamos ni al de vóleibol femenino–. La Expo Milán 2015 ha pasado casi inadvertida en el país, y la razón es obvia: no estamos participando y el gobierno no ha sido claro en explicar por qué.
¿Por qué el Perú no cuenta con un pabellón en este megaevento? Hay que recordar que la exposición universal se realiza cada cinco años y que la de este año tiene como eslogan “Alimentar el planeta, energía para la vida”. ¿Acaso no nos estamos convirtiendo en referente gastronómico global? Pues parece que el Gobierno desechó una oportunidad irrepetible para exponer, en el mayor de los escenarios, las bondades de nuestra producción de alimentos.
Y nadie asume la responsabilidad por tamaño descuido sino que están perfeccionando el juego infantil del gran bonetón. La “pelota” se la están pasando los ministerios de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), Relaciones Exteriores y Cultura –que, irónicamente, busca que la Unesco declare nuestra gastronomía como patrimonio inmaterial de la humanidad–. En el caso del Mincetur, hay que apuntar que además de tener bajo su batuta a las oficinas comerciales, también dirige la promoción de las exportaciones a través de Promperú y las campañas de la Marca Perú.
En el sector privado, el silencio ha sido elocuente. La Sociedad Peruana de Gastronomía (Apega) no se ha pronunciado, tampoco los gremios exportadores ni ninguno de los tantos embajadores de la Marca Perú. Por cierto, el pabellón de Bolivia en Milán tiene como estrella a la quinua –y nuestra primera dama es embajadora del grano.
Se dice que el Ministerio de Economía rechazó el presupuesto que supondría instalar el pabellón peruano (US$ 15 millones), lo cual demostraría el poco interés de este despacho por la política exportadora que el Gobierno no logra aplicar de manera integral. Es sabido que los principales mercados del Perú atraviesan tribulaciones económicas y es en estos periodos en los que la promoción debe ser más agresiva, así como la búsqueda de nuevos mercados. Esperar a que la situación mejore no es una estrategia.