PULSO PERÚ. Las encuestas son solo fotografías del momento, es cierto. Por eso, muchos candidatos, sobre todo los que no se encuentran en los primeros lugares, suelen minimizar sus resultados. Sin embargo, lo interesante de los sondeos, más allá de los resultados globales, es revisar la tendencia y cómo se mueven los intereses de las personas dependiendo de diversos factores, como edad, ubicación geográfica o nivel socioeconómico.
Al respecto, las encuestas de Pulso Perú muestran data para analizar, por ejemplo, que, a pesar de liderar las encuestas, la intención de voto de Keiko Fujimori haya caído desde hace tres meses en Lima (8 puntos) y sobre todo en los sectores A/B y C (5 puntos en ambos casos), pero logra crecer en el centro, sur y oriente del país. Al parecer, el empeño que pone en el interior del país le está haciendo descuidar su presencia en Lima.
Otro dato relevante es que en nuestro país no existiría el llamado voto femenino, pues en los últimos tres meses el porcentaje de mujeres que votarían por las únicas dos candidatas ha ido descendiendo. Ser mujer no basta para el voto de género.
Entre los jóvenes de 18 a 24 años, Keiko Fujimori es la única candidata que mantiene un crecimiento sostenido, es también en este sector en el que obtiene el mayor porcentaje de apoyo. Algo similar le sucede a Julio Guzmán en el grupo de 25 a 34 años.
Si se miran las cifras fríamente, se podrá ver que el segundo lugar no lo ocupa ninguna persona sino la incertidumbre. Es decir, aquellos que en este momento no quieren votar por ningún candidato, no saben por quién hacerlo o simplemente no desean contestar, y si a este porcentaje (15%) se le suman aquellos que señalan que viciarían su voto, la cifra llega a 19%. Si bien el porcentaje se ha ido reduciendo cada mes, aún es alto y podría inclinar las preferencias incluso a favor de alguno de los candidatos pequeños.
Los aspirantes al sillón de Pizarro, antes de descalificar las encuestas, deberían tratar de entender los mensajes ocultos que ellas pueden revelar.