CRECIMIENTO.A nivel agregado, las cifras del PBI se ven esperanzadoras. En setiembre, se expandió 3.18%, por encima de las expectativas, y la explicación no es el efecto estadístico, porque en el mismo mes del año pasado también hubo crecimiento (4.5%). Además, el BCR prevé que el incremento del segundo semestre será 3.2%. Sin embargo, esa recuperación no está siendo uniforme, pues todavía hay actividades que siguen sumidas en el enfriamiento y una, que es clave en la generación de empleo y la producción con valor agregado, continúa en recesión.
La buena noticia es que construcción, que fue uno de los sectores más golpeados por la desaceleración, está consolidando su reactivación, pues en setiembre registró su cuarto mes consecutivo de expansión y con una tasa que no se veía desde hace cuatro años (8.94%). La mala noticia es que su buena salud no está trasladándose a muchas industrias que le proveen insumos.
Es así que industrias como metálica para uso estructural, pinturas, barnices y revestimientos, ladrillos, cerámicos, muebles y aserrado de madera, cayeron en setiembre, mientras que solo dos – cemento e industrias básicas de hierro y acero– cerraron el mes en azul. Todos estos rubros pertenecen al subsector no primario, que decreció 2.34% en setiembre. Tampoco le fue bien al subsector primario (-3.25%), afectado por el receso en la extracción de anchoveta, el insumo de la elaboración de harina y aceite de pescado.
Si a la manufactura le sigue yendo mal, la generación de empleo acusa el golpe y, con ello, la economía de las familias y el consumo. Es por ello que el comercio continuó desacelerado y en setiembre apenas avanzó 1.62%. El entusiasmo que despertó la selección de fútbol se reflejó en las ventas de ropa deportiva, aunque el INEI no reporta un efecto similar en las de televisores (quizás ocurrió en octubre).
El empleo tampoco está recuperándose. Nos referimos al adecuado, que es el que incide en la mejora de la calidad de vida de los trabajadores: solo aumentó 0.6% en el trimestre agosto-octubre en Lima y en el mismo porcentaje, pero en el periodo julio-setiembre, a nivel nacional. Esa tasa contrasta con el incremento del subempleo (4.2% y 5.6%, respectivamente).
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) acaba de estrenar un índice sobre las condiciones laborales en América Latina. El Perú se ubica por debajo del promedio regional. Aunque los datos utilizados corresponden al 2015, la situación del empleo en el país no ha cambiado para bien. A ver si el Gobierno y el Congreso toman nota.