EXPORTACIONES. La venta de bienes al exterior se recuperó en el 2016, luego de tres años de retrocesos. Crecieron 7.6% con respecto al 2015, aunque todavía no igualan los montos de principios de esta década –el récord histórico se registró en el 2012–. Se proyecta que este año también se expandirán y a una mayor tasa: 11.6% para el BCR y hasta 15% para gremios privados como Comex Perú.
Sin embargo, hay que matizar ese optimismo. Es que solamente son dos los sectores que han mostrado un desempeño favorable: minería metálica y agricultura. Para este año, se espera que ambos continúen liderando y se les sume la pesca (tradicional y no tradicional), mientras que el panorama para el resto de actividades todavía es incierto.
Un asunto que sí es claro es que la infraestructura que atiende a las exportaciones (e importaciones) no podrá darse abasto, en el mediano plazo, si los volúmenes continúan incrementándose, según advierte el mencionado gremio. El eslabón más débil de la cadena logística del comercio exterior peruano corresponde a los puertos marítimos, por donde se mueve más del 80% de la carga hacia y desde el extranjero.
El 87% de ese volumen se moviliza a través de puertos concesionados, de modo que se hará necesario que el Gobierno coordine con sus operadores una ampliación de sus inversiones o, de lo contrario, comience a pensar en otorgar nuevas concesiones, sobre todo en el Callao. El 13% restante es atendido por el Estado. El grueso de esa carga corresponde a los puertos de Salaverry (La Libertad) e Ilo (Moquegua), administrados por Enapu, así como al de Chimbote, que es manejado por el Gobierno Regional de Áncash, que por su historial de ineficiencia y corrupción es el menos indicado para tener a su cargo un servicio portuario.
Enapu generó pérdidas por S/ 30.6 millones en el 2016 y el valor de sus activos disminuyó 10% debido a la mayor depreciación, en particular en las instalaciones de Salaverry. Si bien existen planes de inversión, vía concesiones, para los tres puertos citados, las autoridades no parecen estar decididas a dar el gran paso. De acuerdo con Comex, la cartera de inversiones en puertos es de US$ 1,481 millones, monto que apenas equivale al 23.5% de la brecha de infraestructura portuaria. Es necesario actualizar esos planes y ponerlos en ejecución porque el tiempo apremia.