Galo Walther Vargas Cuadros
Presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Moquegua

La región Moquegua viene atravesando un importante proceso de transformación, cambio y modernización en sus tres provincias, lo cual ha permitido a esta región avanzar muy rápidamente en su crecimiento y desarrollo.
En primer lugar, debo de empezar por el sector educación: nuestra región se ha puesto a la vanguardia nacional en cuanto a comprensión lectora y razonamiento matemático por tres años consecutivos, fruto del trabajo articulado, planificado y sostenido del gobierno regional, maestros y padres de familia. Hoy, Moquegua cuenta con la infraestructura educativa más moderna del país. A partir del 2015 tendremos en Moquegua un centro de alto rendimiento escolar donde se impartirá educación de calidad y de alto nivel para nuestros alumnos más destacados y talentosos, todo esto es un gran avance, sin precedentes en nuestro país.

Moquegua es una región minera por excelencia. La región cuenta con financiamiento proveniente del canon y regalías mineras, que nos ha permitido generar proyectos de inversión pública tanto sociales como productivos, dando oportunidades laborales y mejorando la calidad de vida de la población.
También la agricultura viene atravesando un proceso de modernización y especialización en las células de cultivo que nos va a permitir generar economías de escala y obtener mayores rendimientos. Actualmente se está haciendo un proceso de reconversión de plantas forrajeras por productos de agroexportación y agroindustria, se está ampliando la frontera agrícola insertando 3,750 nuevas hectáreas de tierra para el cultivo en las Lomas de Ilo, con productos como la uva de mesa y la industrial, así como de cultivo de plantas de olivo.

En cuanto al gobierno regional, el presidente electo ha sido condenado a cuatro años de prisión por su mal gobierno (2007-2010). Esto es uno de los factores negativos que se ciernen sobre la región, pues se está generando un clima de desconfianza; son las grandes contradicciones que nos ha dejado el último proceso electoral. Esperemos que este nuevo gobierno no sea una piedra en el zapato para las grandes inversiones que se tienen para Moquegua, ni frene los grandes avances que se han logrado con mucho esfuerzo, dedicación y sacrificio. Los gobiernos locales tienen un gran reto: la de recobrar la confianza de la población, puesto que las autoridades salientes se han visto envueltos en procesos de corrupción y mal gobierno.

Finalmente, a Moquegua le queda consolidar grandes inversiones como el nodo energético, la petroquímica, el gasoducto sur andino, la conversión de la matriz energética por el gas natural, la operación y explotación del centro minero de Quellaveco, el ferrocarril interoceánico, la ampliación y modernización del terminal portuario de Ilo, el proyecto integral Pasto Grande, entre otros. También, construir más represas y reservorios, desarrollar las pampas de la Clemesi para la agricultura y buscar la inclusión social.
En resumen, podemos indicar que Moquegua tiene claramente definidas sus vocaciones productivas, Ilo, puerto industrial; Moquegua, zona minera y agrícola, y Sánchez Cerro, eminentemente agropecuaria.

APUNTANDO A LA CIMA
Instituto Peruano de Economía (IPE)
Según el Incore 2014, esta región desplazó a Arequipa del segundo lugar en competitividad regional. La región destaca en los pilares entorno económico (2°) y educación (3°), mientras que instituciones constituye su principal debilidad relativa (8°).

Entorno económico. Cuenta con el mayor PBI percápita(S/.43,200)y presupuesto público per cápita anual (S/. 8,500).
Educación. Dicha región alcanza el segundo lugar en relación al nivel de ingresos por trabajo (S/. 1,000) y proporción de la PEA con, al menos, educación superior (41.4%).

Instituciones. En este pilar muestra resultados mixtos: alcanza el antepenúltimo lugar en ejecución de la inversión pública y se ubica en el último tercio sobre el proceder de la transparencia en la rendición de cuentas públicas; sin embargo, al mismo tiempo resulta la mejor región en percepción de la seguridad, resolución de expedientes judiciales y un bajo número de conflictos sociales.

En resumen, Moquegua se perfila como una región consólidos fundamentos, aunque aún falta apuntalar la institucionalidad.