(AFP) Al enfrascarse en una pelea con México, el presidente estadounidense Donald Trump pone de malas a un socio estratégico que podría responder con una guerra comercial y una menor cooperación para contener la inmigración ilegal y el narcotráfico, advirtieron analistas.
Trump desató el enojo de los mexicanos con su insistencia de que pagarán por el multimillonario muro fronterizo que quiere construir.
Este desencuentro provocó la mayor crisis diplomática en décadas entre estos vecinos.
El historiador mexicano Enrique Krauze describió a esta crisis en la cadena Televisa como “la más delicada que hemos tenido desde hace 170 años, desde la guerra” entre ambos países, que se saldó con cerca de la mitad del territorio mexicano anexado a Estados Unidos.
Tras el triunfo de Trump, el presidente Peña Nieto había confiado en que ambos gobiernos podrían tener una buena relación, pero su buena voluntad se vino abajo cuando canceló un encuentro que tenía previsto con Trump la próxima semana en Washington.
Sin embargo, este viernes ambos mandatarios mantuvieron una conversación telefónica en la que, según un comunicado gubernamental, “reconocieron” sus “claras y muy públicas diferencias” en torno al polémico muro y acordaron buscar una solución.
Pero, aún después de esta llamada, las diferencias persistían pues en el comunicado mexicano se señala que ambos mandatarios “convinieron por ahora ya no hablar públicamente de este controversial tema” del muro, lo que no figura en el pronunciamiento, casi idéntico, emitido por la Casa Blanca.
Para Jesús Velasco, experto en la relación México-Estados Unidos de la universidad estatal de Tarleton, Texas, el último capítulo tenso entre estos vecinos se vivió en 1985, cuando un cártel del narcotráfico torturó y asesinó a un agente de la DEA, lo que llevó a Estados Unidos a un breve cierre de la frontera.
“Esto es todavía peor. Trump está arrinconando al gobierno de Peña Nieto, no hay espacio para negociaciones”, manifestó Velasco a la AFP.
El experto estima que México podría contraatacar dejando que los migrantes centroamericanos lleguen hasta la frontera y así enviarle un mensaje a Trump: “No voy a tener cooperación alguna en la frontera”.
Presionado por el gobierno de Barack Obama luego de una oleada de niños migrantes viajando solos en el 2014, México reforzó su frontera con Guatemala para combatir el paso de indocumentados.
El año pasado, México deportó a 147,370 migrantes contra 80,900 en el 2013, según cifras gubernamentales.
Mientras Trump quiere que México pague por el muro, ahora son más los mexicanos que regresan que los que van a Estados Unidos.
Un amigo
México también podría usar el tema del narcotráfico para las negociaciones con Trump, dijo a Radio Fórmula el expresidente mexicano Felipe Calderón (2006-2012).
“En lugar de tener batallones de soldados mexicanos revisando tráileres en carreteras para ver si traen droga, vamos a poner a esos mismos batallones a patrullar algunas zonas y que los estadounidenses se encarguen de la preocupación que tienen de las drogas que reciben de América Latina a través de México”, propuso Calderón, artífice de la militarización de la guerra antidrogas.
El Congreso estadounidense destinó US$ 2,500 millones a la Iniciativa Mérida, mediante la cual México recibió equipo y entrenamiento para combatir a los cárteles.
Pero, en la búsqueda de recursos para el muro, Trump ordenó a todos los departamentos y agencias gubernamentales estadounidenses identificar cualquier ayuda “directa o indirecta” para México.
Duncan Wood, director del Instituto México en el Centro Wilson de Washington, estima que México debe esforzarse más para explicar por qué este país es importante para la seguridad de Estados Unidos.
“Todo el énfasis se ha puesto en cómo Estados Unidos puede ayudar a México en la lucha contra el crimen organizado”, señaló Wood a la AFP.
“Ahora México necesita explicarle, ‘mira, tienes la suerte de tener a una nación amigable en tu frontera sur, y eso vale la pena pensarse”, comentó.
Como muestra de esa cooperación, la semana pasada, horas antes de que Trump asumiera la presidencia, México extraditó a Estados Unidos a Joaquín “El Chapo” Guzmán, el narcotraficante más poderoso del mundo.
Amenaza de impuestos
Las amenazas de Trump en torno al polémico muro subieron de tono cuando la Casa Blanca sugirió la posibilidad de aplicar un impuesto de 20% a importaciones desde México para hacerse de recursos.
“Si Estados Unidos impone un impuesto de este tipo, México va a imponer uno igual”, comentó a la AFP el economista Luis de la Calle, quien fue de los negociadores del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en los años noventa.
El TLCAN también está en la mesa, como exigió Trump, pero esta semana el ministro de Economía mexicano dijo que podrían salir del tratado si las negociaciones no son satisfactorias.