Santiago (Reuters).- La presidenta chilena, Michelle Bachelet, admitió que el 2015 ha sido el peor año de sus dos gobiernos, golpeado por la crisis de confianza que sacudió al país tras una seguidilla de escándalos por casos de corrupción, tráfico de influencias y colusión.
Bachelet, la única que ha gobernado Chile por dos períodos desde el retorno a la democracia, dijo en una entrevista publicada el martes por el diario Publimetro que ha sido un año “muy complejo y difícil”
“Claramente, hasta ahora, es el peor (año). O sea, estoy esperando con ansias el 31 de diciembre”, dijo la mandataria, cuyo nivel de aprobación toco mínimos históricos hace unos meses sin superar hasta ahora el 30% de apoyo.
La presidenta arrancó el 2015 con el pie izquierdo por las acusaciones de tráfico de influencias contra su hijo debido a un millonario crédito, a lo que se sumaron casos de desvíos de dinero de empresarios (grupo Penta, minera SQM y de Corpesca) a campañas de políticos y de colusión (Empresas CMPC).
“Este año han pasado cosas que han hecho que esta falta de confianza sea muy fuerte, muy amplia (…) Creo que ha sido un año de gran transparencia, de situaciones muchas de ellas que no nos enorgullecen a ningún chileno”, dijo la mandataria socialista.
Bachelet dijo que los escándalos que han sacudido al país deben ser visto como una oportunidad para perfeccionar la democracia y la política.
Aunque admitió que no está claro si es el fin de los llamados “poderes fácticos” tras las denuncias de casos de desvíos de dineros a campañas políticas, Bachelet remarcó que la gente en Chile no aguanta la falta de transparencia.
“La gente no está disponible para tales cosas, y eso habla bien de Chile (…) Espero que vaya todo mejorando. No me refiero a mi evaluación en las encuestas, sino que vayamos teniendo los frutos de las cosas que estamos haciendo”, dijo la presidenta.
La mandataria destacó que este año se aumentaron los niveles de transparencia en cargos públicos, se lanzó una agenda anticorrupción y se perfeccionó la democracia con el fin de un antiguo sistema de elección parlamentaria y una reforma educacional.