Agencias.- Luego de conocida la votación del Senado brasileño, la presidenta Dilma Rousseff salió a advertir las consecuencias que esta medida traerá para Brasil y a la que calificó como un ‘impeachment’ fraudulento y “un golpe”
“No tengo cuentas en el exterior, nunca recibí sobornos”, dijo en conferencia de prensa.
Rousseff indicó que sale a dar a conocer las consecuencias de la decisión del Senado, ya que está en juego muchas cosas, como que “está en juego el respeto a las urnas” y la Constitución.
“Lo que está en juego no es apenas mi mandato, lo que está en juego es el respeto a las urnas, a la voluntad soberana del pueblo brasileño y la Constitución”, afirmó en una declaración en el Palacio de Planalto ante decenas de periodistas y funcionarios.
En tono desafiante, Rousseff llamó a la población a movilizarse para resistir el “golpe” en su contra y defender la democracia.
“La población sabrá decir no al golpe (….) A los brasileños que se oponen al golpe, sean del partido que sean, les hago un llamado: manténganse movilizados, unidos y en paz”, dijo la exguerrillera de 68 años ante decenas de periodistas y funcionarios en el Palacio de Planalto.
“La lucha por la democracia no tiene fecha para terminar. Es una lucha permanente que nos exige dedicación constante”, afirmó.
Rousseff luego salió a la rampa de Planalto y repitió su discurso ante unos 500 simpatizantes de movimientos sociales, indígenas, homosexuales y representantes de minorías que agitaban globos rojos, la alentaban al grito de “¡Resistiremos!” y coreaban “¡Fuera Temer!”.
El expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, su padrino político, estaba a su lado.
Rousseff es acusada de “crimen de responsabilidad” por encubrir déficit presupuestarios y engrosar las arcas con préstamos de bancos estatales durante su campaña a la reelección de 2014.