AFP.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que el presunto ataque químico en el noroeste de Siria ha cambiado su opinión sobre Bashar al Asad y amenazó con tomar una acción unilateral ante lo que calificó una “afrenta a la humanidad”.
Al menos 86 personas, entre ellas 30 niños, fallecieron el martes durante un ataque en Jan Sheijun, una pequeña aldea de la provincia rebelde de Idlib. Los médicos sobre el terreno vieron todos los síntomas propios de un ataque químico: pupilas dilatadas, convulsiones y espuma que sale por la boca.
“Han cruzado varios límites. Cuando matas niños inocentes, bebés, eso es cruzar muchos, muchos límites, mucho más allá de apenas una línea roja”, dijo Trump durante una conferencia de prensa conjunta con el rey Abdalá II de Jordania en la Casa Blanca.
“Su muerte es una afrenta a la humanidad. Esos actos de odio por el régimen de Asad no pueden ser tolerados”, agregó, sin dar detalles de qué acciones podría tomar Estados Unidos.
Trump dijo que su “actitud con relación a Siria y Asad ha cambiado”, en un claro cambio de postura.
“Lo que ha pasado es inaceptable para mí”, subrayó.
En un ejemplo claro de cambio de tono, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, asumió una agresiva retórica contra Rusia en el Consejo de Seguridad y hasta amenazó con acciones unilaterales de Washington en Siria.
La guerra siria divide a Occidente y Moscú desde que comenzó hace seis años, bloqueando cualquier esfuerzo por poner fin al conflicto que se ha cobrado más de 320,000 vidas.
“Cuando Naciones Unidas fracasa constantemente en su tarea de actuar en forma colectiva, hay momentos en la vida de los Estados en los que nos vemos impulsados a actuar por nuestra cuenta”, dijo Haley en una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad.
La representante estadounidense reclamó a Rusia hacer valer su influencia sobre el gobierno sirio.
“¿Cuántos niños más tienen que morir antes de que Rusia actúe?”, preguntó.
El secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, se sumó a la demanda pidiendo a Rusia que reconsidere su apoyo al régimen de Bashar al Asad.
“No tenemos ninguna duda de que el régimen sirio bajo el liderazgo de Bashar al Asad es responsable de este horrendo ataque”, manifestó Tillerson a los periodistas en el Departamento de Estado.
“Y pensamos que es hora de que los rusos piensen muy cuidadosamente sobre su continuo apoyo al régimen de Asad”, agregó.
Mientras la comunidad internacional acusa a Asad del presunto ataque, Rusia tildó de “inaceptable” un proyecto de resolución del Consejo presentado por Reino Unido, Francia y Estados Unidos para condenarlo y pedir que un panel de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) y la ONU investiguen el ataque.
No se prevé ninguna votación el jueves en el Consejo de Seguridad.
Agentes neurotóxicos
La composición exacta de las sustancias no fue especificada, pero la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) habló de “un agente neurotóxico como el gas sarín”
Las víctimas empezaron a sufrir convulsiones cuando se encontraban en sus casas o en la calle en el momento del bombardeo, ocurrido el martes hacia las 07:00 horas (04:00 GMT) en Jan Sheijun, pequeña localidad de la provincia rebelde de Idlib, en el noroeste del país.
Este anuncio confirma lo constatado por los médicos en el terreno, que aseguraron que los síntomas de los pacientes son similares a los producidos por un ataque químico.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció este miércoles que hay “signos compatibles con una exposición a agentes neurotóxicos”.
El miércoles, el ejército ruso disculpó en parte al régimen de Damasco aludiendo a informaciones “enteramente fiables y objetivas”, según las cuales la aviación siria había bombardeado un “almacén” rebelde donde había “sustancias tóxicas”, y al explotar el depósito éstas se habrían diseminado en la zona.
El martes por la noche, el ejército sirio había desmentido “categóricamente” las acusaciones en su contra.
Espectador
Por su parte, la oposición siria criticó este miércoles las últimas declaraciones de Washington sobre el gobierno sirio.
“Hasta ahora, esta administración (estadounidense) no ha hecho nada y ha adoptado una actitud de espectadora, haciendo declaraciones que dan al régimen la oportunidad de cometer más crímenes”, afirmó el vicepresidente de la Coalición Nacional Siria, Abdelhakim Bashar.
Se refería a declaraciones como las del secretario de Estado Tillerson, quien afirmó la semana pasada que la suerte de Asad debía ser decidida por “el pueblo sirio”, o de la propia embajadora Haley, quien adujo que la prioridad de Washington ya no era la salida del poder del presidente sirio, sino la lucha contra el yihadismo.
Lo ocurrido amenaza con lastrar aún más la tregua en vigor en Siria desde el 30 de diciembre del 2016, que ya ha sido violada cotidianamente por los bombardeos del régimen en varios bastiones rebeldes y combates entre los insurgentes.