Estados Unidos aseguró hoy en Naciones Unidas que Venezuela es cada vez más un “narcoestado violento” que supone una amenaza para la región y para todo el mundo.
Así lo señaló la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, en una reunión informal del Consejo de Seguridad sobre la crisis venezolana impulsada por su país.
Haley criticó que varios miembros del Consejo optasen por no participar en el encuentro y lo atribuyó a una supuesta “presión” del Gobierno venezolano para que lo hiciesen.
Según la diplomática, el hecho de que el Ejecutivo de Nicolás Maduro haya buscado limitar la participación en la cita es muestra de que es “culpable” de los problemas que se aprecian en el país.
Haley denunció que Venezuela vive una de las situaciones “más trágicas” del mundo, pero subrayó que la crisis es “más que una tragedia humana” y “plantea una amenaza directa a la paz y seguridad internacional”.
La diplomática estadounidense acusó al Gobierno de usar la violencia, de una represión masiva y, en definitiva, de “mostrar su verdadera cara como una dictadura”.
“Les estamos observando. No nos engañan”, dijo Haley a las autoridades de Caracas, antes de dirigirse al pueblo venezolano para pedirle que no “pierdan la esperanza”.
Según Haley, “el mundo está cada vez más unido en sus esfuerzos para restaurar los derechos humanos y las libertades fundamentales” en el país y “la justicia llegará a Venezuela”.