Washington, (AFP).- La misión electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) anunció este lunes que no existe un esfuerzo sistemático para trampear la elección presidencial del martes en Estados Unidos, contrariando denuncias del candidato republicano Donald Trump.
Al frente de una histórica primera misión de observación electoral de la OEA en territorio estadounidense, la expresidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla dijo que han analizado una multitud de denuncias sobre el proceso electoral “que vienen por igual” tanto de representantes demócratas como republicanos y organizaciones civiles.
“Lo que no podemos decir es que haya un esfuerzo sistemático a escala nacional que siga un patrón determinado”, afirmó en entrevista con la AFP.
Los estadounidenses elegirán el martes al sucesor de Barack Obama, al optar entre Trump y la candidata demócrata Hillary Clinton, finalizando una larga y agria campaña en la que el magnate inmobiliario insistió en que se tramaría un fraude en su contra.
Bajo el peculiar e hiperdescentralizado sistema electoral estadounidense, decenas de millones de electores ya sufragaron por correo o en persona mediante el voto anticipado, que se permite en algunos estados.
Para Chinchilla las denuncias recibidas generalmente refieren a limitaciones impuestas en el registro de los electores para votar o los tipos de identificación que deben presentar el día de la elección.
En muchas jurisdicciones están vigentes medidas para combatir el fraude, pero minorías como los latinos o los negros denuncian un patrón de discriminación.
Esos temores se incrementan por la supresión en 2013 por la Corte Suprema de parte de la Ley de Votación, que obligaba a un estado pedir la autorización del Departamento de Justicia para toda reforma de su sistema electoral.
Pero “el sistema pareciera hasta ahora estar procesando las denuncias”, dijo la exmandataria costarricense
Y aunque la acrimonia de la campaña ha generado expectativa de violencia, Chinchilla dijo que los casos de intimidación contra votantes eran mínimos hasta el momento, y que los electores han votado bajo un clima de tranquilidad.
“Estaremos vigilantes”, señaló no obstante.
El despliegue electoral de la OEA se inició hace dos semanas y en los últimos días los observadores han recorrido centros de votación en varios estados.
50 elecciones en una
El martes la misión del ente regional se desplegará en 12 estados a lo largo y ancho del país, representando un arcoiris de sistemas electorales distintos, así como de inclinaciones políticas – desde el estado demócrata de California hasta el republicano de Montana.
También visitarán algunos de los estados donde la pelea está más cerrada, como Ohio, aunque quedaron excluidos de Florida, que, como señal de las particularidades del sistema, no permite la observación internacional.
“La idea es contrastar”, dijo Chinchilla, que deberá finalmente presentar ante los países miembros de la OEA las “mejores prácticas” encontradas.
Chinchilla reconoció que lo extenso del territorio estadounidense y la diferencia de sistemas representa un desafío para la OEA.
“En el fondo es como observar 50 países al mismo tiempo organizando una elección”, apuntó.
Y a diferencia de algunos otros países, no existe una autoridad electoral nacional que vigile y anuncie los resultados, lo que da pie a que los estadounidenses conozcan quién será su próximo presidente directamente a través de las grandes cadenas de televisión.
“Es un sistema casi que en el fondo se autorregula”, dijo Chinchilla, anticipando que por primera vez este año las redes sociales serán la principal fuente de información sobre una elección presidencial en Estados Unidos.
El miércoles, Chinchilla presentará a la prensa sus observaciones preliminares de la jornada electoral, antes de culminar formalmente su misión entregando un informe definitivo ante el Consejo Permanente de la OEA en tres meses.