Berlín (AFP).- Los liberales europeos respiraban aliviados tras la elección de Emmanuel Macron en Francia, una victoria que refuerza, en parte, la globalización que defienden frente al proteccionismo nacionalista que preconizan Donald Trump o Marine Le Pen.
Este éxito, que sigue al freno que la población también interpuso a los populistas en Holanda y Austria recientemente, es un soplo de aire fresco para las clases dirigentes, después del triunfo del Brexit y las presidenciales estadounidenses.
En el G7 de mayo y en el G20 de julio, los europeos podrán presentar un frente bastante unido ante el proteccionismo del estadounidense Donald Trump. En la UE, Francia seguirá junto a los otros países en las negociaciones sobre la salida del Reino Unido.
El New York Times saludó la victoria de Macron como una elección contra “el aislamiento en la acritud, (…) una victoria de la esperanza y el optimismo por encima del miedo y (los) reaccionarios”.
El alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung destacó que el mundo escapa a una “pesadilla”: “Un nuevo sismo político, después de Trump y el Brexit, fue evitado en el mundo occidental”.
Sin triunfalismos
Angela Merkel, una proeuropea convencida y defensora del libre comercio, enemiga de los extremos, también se congratuló por la “esperanza” que representa el nuevo presidente francés, que defiende “la apertura al mundo” y que es partidario “de la economía social de mercado”.
Sin embargo, nadie quiso caer en el triunfalismo, pues tanto el alto porcentaje de votos obtenido por la candidata de extrema derecha, Marine Le Pen, como la abstención y el voto en blanco revitalizarían el éxito de Macron.
El discurso euroescéptico y antiinmigrantes marcaron un nuevo avance. La izquierda radical, también contraria a la globalización, también convenció a una quinta parte de los votantes.
El New York Times subraya que las causas del ascenso de Trump, del Brexit y del 34% de los votos recabado por Le Pen siguen ahí: “Muchos se sienten marginados por la globalización, el estancamiento económico, los gobiernos impotentes, el paro, el terrorismo y la afluencia de inmigrantes”.
“Los inversores pueden estar tentados de creer que la política ‘anti-establishment’ ha vencido pero eso implicaría una falta de juicio”, considera Paul Donovan, del banco UBS.
“Las desigualdades del nivel de vida vienen a alimentar ‘la economía del chivo expiatorio’, es decir, el deseo de culpar a un grupo exterior de los problemas existentes”, agrega.
‘Tarea inmensa’
El joven presidente francés destacó en varias ocasiones el domingo por la noche que tendría que hacer frente a una “tarea inmensa”: reformar la UE, acabar con el paro masivo, reducir las desigualdades y liberalizar la economía. Y todo eso, protegiendo a los trabajadores.
Estas reformas, muy delicadas, son claves para que los franceses “no tengan razones nunca más para votar por los extremos”, señaló.
Sin embargo, para el economista jefe del banco alemán Commerzbank, Jörg Krämer, la esperanza Macron podría morir a partir de las legislativas del mes de junio.
“Bruselas, Berlín y otras capitales sienten alivio, es comprensible, por la victoria de Emmanuel Macron. Pero, aún así, Macron lo tendrá muy difícil para obtener una mayoría absoluta” en la cámara de diputados que le permita poner en marcha su programa, advierte.
Otros ya están avisando sobre la posible revancha de Marine Le Pen en las presidenciales del 2022 y del calado que pueda tener su mensaje de división entre “globalizadores” y “patriotas”.
En este contexto, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, instó a la canciller alemana el domingo por la noche a comprender la ira de los europeos y a renunciar a las políticas de austeridad que han dañado la imagen de la UE y de la propia Merkel en muchas partes de Europa.
Es uno de los mensajes que el expresidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, debería tratar de enarbolar para vencer a Angela Merkel en las legislativas de septiembre, y más teniendo en cuenta que Macron está más cerca de los socialdemócratas que de la canciller.
“La victoria de Emmanuel Macron trae consigo un deber para nosotros en Alemania, pues hace falta que Macron tenga éxito. Si fracasa, la señora Le Pen será presidenta en cinco años y Europa desaparecerá”, sostuvo el jefe de la diplomacia alemana.