(AFP) Estados Unidos entregó a Chile más de US$ 1.7 millones incautados en una operación conjunta que desmanteló una de las redes de lavado de activos del narcotráfico más potentes de Sudamérica, anunciaron las autoridades en Santiago.
La embajadora de Estados Unidos en Chile, Carol Pérez, anunció el desembolso de US$ 1’776,398.16 “en reconocimiento a la asistencia entregada por la CDE (Consejo de Defensa del Estado) y la PDI (Policía Internacional de Chile) a las autoridades de EEUU en el desmantelamiento de una de las mayores de las operaciones de lavados de activos de la historia de Sudamérica”.
La cifra entregada a Chile representa el 50% del dinero incautado en Estados Unidos al denominado “Clan Mazza”, una organización criminal liderada por los primos Mauricio y Luis Mazza.
Los delincuentes desarrollaron un sistema de lavado de dinero que se concretaba a través de distintas casas de cambio, donde se manejaba el dinero obtenido en Europa con la venta de droga proveniente de la organización del narco colombiano Fabio Ochoa Vasco, condenado recientemente en Estados Unidos.
La operación conjunta no sólo impide que “asociaciones criminales de la magnitud de las involucradas en esta causa queden impunes, sino que permite a los Estados recuperar todos los bienes y dineros”, dijo María Eugenia Manaud, presidenta del CDE, encargada de recibir el aporte del gobierno de Donald Trump.
Los criminales trasladaban desde el viejo continente el dinero mediante “mulas” que pasaban los billetes adosados a su cuerpo o en su equipaje de mano, a Colombia o Perú y desde allí a territorio chileno.
Tras varios años de investigación, en marzo 2007 Mauricio Mazza fue arrestado en Los Ángeles portando casi dos millones de dólares y posteriormente condenado por lavado de activos.
Tras cumplir su condena en Norteamérica Mazza fue extraditado a Chile donde en enero de 2016 la justicia dictó una sentencia en primera instancia que condenó a Mauricio y Luis Mazza a seis años de presidio.
Otros cuatro integrantes del clan fueron condenados a cinco años y un día de cárcel y dos empleados de la casa de cambios fueron condenados a 541 días por “conducta negligente”.