BISHOFTU, Etiopía (AP).- Varias decenas de personas murieron en Etiopía durante una estampida el domingo por la mañana, cuando una celebración religiosa anual se convirtió en una protesta contra el gobierno, que la policía disolvió con gases lacrimógenos y balas de caucho. Testigos dijeron que las víctimas murieron aplastadas en zanjas cuando trataban de huir del caos.
Unas 2 millones de personas asistían a la festividad de Irrecha, una acción de gracias en Bishoftu, al sureste de Addis Abeba, la capital. Es en la región de Oromia, una de las más convulsionadas del país y escenario reciente de manifestaciones en reclamo de mayores libertades que en ocasiones han tomado un giro fatal.
Un vocero del gobierno etíope atribuyó las muertes a “personas preparadas para causar disturbios”. Añadió que había muchas personas hospitalizadas, pero no dio cifras de muertos o heridos.
Los testigos dijeron que las corridas comenzaron cuando los manifestantes empezaron a gritar consignas contra el gobierno y avanzaron hacia una tribuna donde hablaban líderes religiosos. Algunos arrojaron piedras o botellas de plástico y entonces comenzó la represión policial.
Antes de la estampida, un periodista de la AP vio a una multitud que alzaba los brazos con las muñecas cruzadas, un gesto común en las protestas contra el gobierno. También vio a la policía disparar granadas de gas y balas de goma y luego a gente herida.
El gesto de las muñecas cruzadas se ha utilizado como señal de resistencia pacífica y simboliza las manos esposadas. Fue visto en las Olimpíadas de Río, cuando el maratonista etíope Feyisa Lilesa, de la región de Oromia, cruzó las muñecas al llegar a la meta en segundo lugar. No ha regresado al país, ya que dice que su vida podría correr peligro.