Nicolás Maduro ordenó la semana pasada el cierre temporal de dos importantes pasos fronterizos con Colombia, después de un enfrentamiento con contrabandistas que dejó gravemente heridos a dos militares venezolanos.
Las dos naciones comparten una porosa frontera terrestre de 2,219 kilómetros que facilita el paso sin mayores controles, al igual que actividades ilegales como el contrabando de combustibles y alimentos.
Colombia ha denunciado que más de 1,000 de sus ciudadanos han sido deportado de Venezuela y que la mayoría fue víctima de atropellos. La masiva deportación desató una crisis humanitaria.
Venezuela alega que actúa en contra de las bandas criminales y el contrabando en la frontera, y que ha protegido la integridad de los colombianos.
Consultas a embajadores
Colombia y Venezuela llamaron a consultas a sus respectivos embajadores el jueves, una decisión que aumentó la tensión que enfrenta a los dos países.
El llamado a consultas de embajadores se entiende en el sector diplomático como un paso previo al rompimiento de relaciones.
Las cancilleres de ambos países se reunieron el miércoles, pero no alcanzaron un acuerdo para solucionar la situación.