Paris (AFP).- El gobierno francés anunció el jueves que quiere prohibir que los ministros y diputados contraten a familiares, como parte de una serie de medidas para moralizar la política tras los escándalos que sacudieron la campaña presidencial francesa.
El ministro de Justicia, François Bayrou, dijo que el gobierno tenía como objetivo restablecer la confianza en los políticos, que fue fragilizada por el escándalo de los empleos presuntamente ficticios que salpicaron al candidato presidencial conservador François Fillon.
Fillon, quien era el favorito para la presidencia, cayó en los sondeos después de que la prensa revelara que su esposa y dos hijos se beneficiaron de empleos presuntamente ficticios como asistentes parlamentarios.
Desde su llegada a la presidencia de Francia a principios de mayo, Macron ha hecho de la moralización de la vida política una prioridad.
Sin embargo, su proyecto se ha visto ensombrecido por la apertura de una investigación judicial contra uno de sus ministros por un caso de una transacción inmobiliaria presuntamente irregular.