(AP).- La guerra entre el movimiento islamista palestino Hamas e Israel ha causado la muerte de 1,810 palestinos y 63 soldados israelíes, la destrucción de miles de viviendas y la ruina de una economía ya debilitada.
Según los servicios de emergencia palestinos, hasta el sábado a mediodía, la ofensiva israelí había matado a 1,810 palestinos y herido a 8,900. Naciones Unidas pudo verificar la identidad de 1,117 muertos, en su mayoría civiles (83%).
Israel, por su parte, perdió 63 soldados, el balance más elevado desde su guerra contra el Hezbolá libanés en 2006. Los 3,032 cohetes lanzados hasta el momento desde Gaza han matado a dos civiles israelíes y a un tailandés que trabaja en Israel.
Los centros de Naciones Unidas y de las autoridades locales acogen a 280,000 palestinos, es decir, un 15% de la población. Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que los desplazados se elevan en total a unas 400,000 personas, entre ellas, los que encontraron refugio en casa de familiares.
Según el FMI, la tasa de desempleo sobrepasa el 40% en la Franja de Gaza, territorio sometido desde 2006 a un bloqueo israelí.
En 2000, el desempleo afectaba al 20% y a un 30% en 2011. Más del 70% de la población depende de la ayuda humanitaria en tiempos normales.
Según la oficina palestina de estadísticas, el 43.4% de los 1.8 millones de gazatíes tienen menos de 14 años. La tasa de crecimiento anual de la población es de 3.7% y la edad media se sitúa en los 18 años.
Este enclave palestino de 362 km2 no dispone tampoco de las infraestructuras necesarias para la totalidad de los habitantes, sobre todo en términos de distribución de electricidad y de agua.