Londres (Reuters).- Gran Bretaña cambió su postura sobre Siria el miércoles, diciendo que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas debe revisar los hallazgos de los inspectores de armas químicas antes de responder de forma militar y que el Parlamento británico debería sostener dos votaciones sobre el asunto.
Gran Bretaña previamente había evitado decir que esperaría un reporte de la ONU antes de lanzar acciones militares y sugirió que el Parlamento británico sólo podría votar una vez sobre la acción militar: el jueves.
Sin embargo, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, buscó más tiempo para que los inspectores terminen su trabajo, Rusia dijo que era prematuro programar una resolución de la ONU y el líder del opositor partido Laborista británico, Ed Miliband, dejó en claro que su partido quería pruebas claras de que el Gobierno sirio usó armas químicas y una segunda votación.
“El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas debe tener la oportunidad de considerar de inmediato esa información (de los inspectores) y (…) cada esfuerzo debería dirigirse a asegurar una resolución del Consejo de Seguridad que apoye la acción militar antes de que se tome una acción de ese tipo”, dijo una copia de una moción del Gobierno británico que será debatida en el Parlamento el jueves.
El primer ministro británico, David Cameron, dijo en horas previas que Gran Bretaña presentaría un borrador de una resolución al Consejo de Seguridad condenando los supuestos ataques de armas químicas del presidente sirio Bashar al-Assad y autorizando las “medidas necesarias”.
El Consejo de Seguridad Nacional de Gran Bretaña también apoyó unánimemente la acción. Una enmienda presentada por el Partido Laborista dijo que apoyaría las acciones militares sólo si los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU veían primero los reportes de los inspectores, entre otras condiciones.