(AFP) La jerarquía de la Iglesia venezolana se reunió jueves con el papa Francisco en el Vaticano para informarle sobre el agravamiento de la situación política y social en ese país y pedirle que abogue a favor de la creación de canales humanitarios.
“Vinimos a abogar por nuestro pueblo. No tenemos interés en entrar en confrontación con el gobierno. Buscamos la manera de entendernos. No representamos ninguna línea. Tenemos una propia, la de la Conferencia Episcopal, una línea pastoral y de acompañamiento al pueblo venezolano que está sufriendo muchísimo”, explicó a la prensa monseñor Diego Padrón, presidente de la Conferencia Episcopal venezolana al término de una larga jornada pasada en el Vaticano.
“La solución (a la crisis, ndr) es que el gobierno admita cuanto antes de que sus políticas son erradas. Y que de que haya un reconocimiento de las necesidades del pueblo y de abrirse a la ayuda humanitaria”, aseguró el religioso.
Padrón junto con los cardenales Jorge Urosa Savino y Baltazar Porras así como los obispos José Luis Azuaje, Mario Moronta y Hugo Basabe, conversó 50 minutos con el papa Francisco.
Este es considerado como un encuentro particularmente largo, para ilustrarle en forma detallada la situación de su país, la cual se ha agravado en los últimos meses por los choques entre fuerzas de seguridad y manifestantes, que han dejado hasta ahora casi 70 muertos y cientos de heridos y detenidos.
“En este momento sufre toda Venezuela, no es una cuestión de colores, ni de ideología. Todo el pueblo sufre hambre, falta de medicinas, la inseguridad y la zozobra”, resumió Padrón, arzobispo de Cumaná.
“No importa el nombre con la que se llame. Si al gobierno no le gusta ‘canal humanitario’, podemos utilizar otro, como solidaridad fraterna. Lo que no podemos negar es que el pueblo tiene gran necesidad de alimentos y medicinas y que mucha gente muere por falta de medicinas”, afirmó.
El papa, que en varias ocasiones ha manifestado públicamente su preocupación y solidaridad con Venezuela, reiteró, según contó Padrón, su apoyo a la Iglesia y al pueblo venezolano, e indicó que considera válidas las condiciones fijadas en diciembre por el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado y número dos de la Santa Sede, para salir de la crisis, entre ellas fijar un calendario electoral, la liberación de los opositores presos, la autorización de asistencia sanitaria internacional y la restitución de las prerrogativas del Parlamento.
“El papa tiene un gran radio de acción porque tiene todos los contactos y la moral para hablar a los gobiernos y a los pueblos. Puede hacer mucho en favor de Venezuela. Confiamos en esa visión internacional y en esa ayuda internacional”, dijo.
“Aunque no sé si el gobierno tiene intenciones de escuchar al papa Francisco”, advirtió.
“Nos golpea la muerte de tantos jóvenes, eso nos alarma. Ayer mataron a dos, mañana no sabemos. Es una situación sumamente grave donde la vida pareciera que no vale nada para el gobierno”, reconoció luego a la AFP el religioso, quien permanecerá en Italia hasta el 12 de junio.