Tal como sucede con la maldición del Oscar, ya se ha comenzado a hablar de un nuevo conjuro en el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El lunes último, la actual directora del FMI, Christine Lagarde, fue sentenciada por la justicia francesa al considerarla culpable de negligencia en el desvió de fondos públicos cuando era ministra de Economía en Francia, indica El Mercurio de Chile.

Aunque su cargo no corre peligro, al ser respaldada por el directorio de dicha entidad, se convierte en la tercera persona a cargo del FMI que cae ante la justicia.

Casos anteriores
Un caso similar ocurrió con Dominique Strauss-Kahn, un político de Francia que fue nombrado director del FMI en el 2007, pero dejó su puesto en mayo del 2011 tras ser detenido en Nueva York, acusado de violación a una mucama de un hotel. Y, aunque el político fue absuelto del caso, el daño a la imagen del FMI fue irremediable.

De otro lado, el español Rodrigo Rato, quien fue director entre el 2004 y 2007, también está en medios de problemas legales. En su caso el conflicto sucedió después, cuando ocupó el cargo de vicepresidente económico de José María Aznar. Está imputado en España por su paso por la Caja Madrid y Bankia y por posible de fraude el fisco.

Seis años de cárcel es la sentencia que se pide para él.