(Bloomberg).- Uno de los lugares más honestos del planeta se encuentra en medio de una ola de delitos económicos.
Tan solo en el último mes, Suecia ha abierto investigaciones sobre posibles delitos por parte de un multimillonario, un ex ministro de Finanzas, la comisión nacional de bienes raíces, el máximo responsable de una compañía tecnológica y uno de los directores de su compañía.
Los presuntos delitos van desde operaciones con información privilegiada hasta sobornos, la misma acusación que hace que la gigante de telefonía móvil Telia AB se encuentre desde hace años inmersa en disputas legales.
Transparency International habló la semana pasada de “personas destacadas” que pierden la “brújula ética” al rebajar un nivel la posición de Suecia en su ranking anual de los países menos corruptos.
Suecia quedó en cuarto puesto, detrás de Dinamarca, Nueva Zelanda y Finlandia. The Reputation Institute, una firma consultora con sede en Chicago, calificó a Suecia de país “más respetable” del mundo apenas el verano (boreal) pasado.
La serie de investigaciones constituye “un llamado de atención” para una sociedad que se ha habituado a pensar que es muy honesta, según Madeleine Leijonhufvud, una profesora de Derecho Penal de la Universidad de Estocolmo y ex presidenta del Instituto Sueco Contra la Corrupción. “Empezamos a tomar conciencia de que no todo está bien”.
Cantidad récord.
La cantidad de delitos de información privilegiada denunciados en el país, que tiene 10 millones de habitantes, creció 53% el año pasado y alcanzó un récord de 338, mientras que la cantidad de casos de soborno trepó 47%, a 246, la cifra más alta en siete años, según datos del gobierno.
Las autoridades se apresuran a reprimir los delitos económicos e instrumentan una nueva ley sobre abuso del mercado que criminaliza más “conductas” y endurece las penas. También han endurecido su posición respecto del lavado de dinero, lo que le valió a Nordea Bank AB la mayor multa administrativa de 50 millones de coronas (US$ 5.7 millones) en el 2015 por “grandes deficiencias” en sus prácticas. Se multó a Svenska Handelsbanken AB con 35 millones de coronas por motivos similares.
Nordea también quedó en la mira el año pasado luego de que se mencionara a la entidad en los llamados Papeles de Panamá, que indicaban que el banco había ayudado a clientes a ocultar su patrimonio en cuentas en el exterior a los efectos de evadir impuestos. Los organismos reguladores estudian el tema y planean concluir la investigación en los próximos meses.
Gunilla Sandblom, fiscal de la Autoridad de Delitos Económicos, dijo que el incremento de los delitos de información privilegiada resulta particularmente alarmante porque puede socavar la confianza en los mercados de capital del país y desalentar la inversión.
“Se trata de un aumento grave”, dijo por teléfono Sandblom, que en parte lo atribuyó a una mejor supervisión por parte de los entes reguladores y a un incremento de la salida a bolsa de compañías más chicas y sin experiencia en el análisis de sus propios procedimientos.
“Hemos visto en registros documentos que contienen información privilegiada junto a la fotocopiadora. Cualquiera que trabaje ahí podría verlos y usarlos”, agregó.