Se defiende con todo. El expresidente, Ollanta Humala, se pronunció a su salida del Ministerio Público de la aparición de nuevos testigos que lo acusan como el responsable de las ejecuciones extrajudiciales en la base contrasubversiva de Madre Mía, que estuvo bajo su mando en 1992.

“Mi rechazo e indignación por los presuntos testigos recogidos ayer en un medio periodístico. Nosotros hemos defendido al país con honor, de los terroristas. En todo caso, vamos a colaborar con las investigaciones, ya que hemos hecho lo mejor por el país, por lo que actualmente se respira un aire de pacificación”, refirió en horas de la noche.

En esa línea, dijo que “jamás” ha cometido un acto que sea considerado como una violación a los derechos humanos.

“Lo que estamos viendo son una serie de coincidencias y ataques tanto en el Ministerio Público como en el Congreso”, específico.

Asimismo, calificó como un “disparate” la decisión de la Comisión de Fiscalización del parlamento por encontrar responsabilidad penal por el delito de usurpación de funciones a la exprimera dama, Nadine Heredia, junto a cuatro exministros.

“Nos han pasado de testigos a investigados. Eso pasa en un Congreso fujimorista, cuando no hay ni un solo documento de usurpación de funciones, cosa que sí hubo con el gobierno de Fujimori. Yo lamentó que ministros que trabajaron duro se vean investigado por un tema de usurpación que es un disparate, obviamente la intención es inhabilitarnos, para no seguir en la política”, afirmó el exjefe de Estado.