AFP.- El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, admitió el jueves que la economía nacional se frenará debido a que varios proyectos de la constructora brasileña Odebrecht, investigada por pago de sobornos, serán vendidos o licitados nuevamente.
“No hay duda que (el caso Odebrecht) es un freno a la economía”, dijo el presidente peruano, en una conferencia con la prensa extranjera en Palacio de Gobierno.
“Estamos tratando de implementar una lucha bastante drástica anticorrupción sin parar los grandes proyectos, pero es muy difícil hacer porque el más grande de todos se paró. Nos puede costar medio punto del Producto Bruto Interno (PBI) algo así, pero no me puedo aventurar”, agregó.
Kuczynski comentó que se prepara una nueva concesión del gasoducto sur del Perú, obra valorizada en US$ 7,000 millones, y cuya concesión le fue retirada a un consorcio liderado por Odebrecht, debido a incapacidad financiera.
También recordó que hay otras dos empresas interesadas en parte del proyecto de irrigación Chavimochic, del que también se desprenderá la firma brasileña.
Está pendiente de venta, además, la central hidoeléctrica Chaglla (centro), valorizada en unos US$ 1,400 millones.
La constructora Odebrecht prepara una salida ordenada de sus proyectos públicos en Perú, debido a que una ley impide a que empresas que estén vinculadas con corrupción continúen contratando con el Estado.
“Lo único que queremos es reservar una parte de estos recursos (de las ventas de Odebrecht) en el caso de que al final haya una multa o recompensa para el Estado. Yo creo que el tema está tan cargado, que decir sigan nomás (operando en el Perú) es completamente imposible”, sostuvo.
“Estamos tratando de remontar. Para hacer eso se necesita reactivar algunos proyectos grandes que estaban en compás de espera”, agregó Kuczynski.
El gobierno peruano anunció el jueves un paquete reactivador que contempla inyectar unos US$ 1,600 millones en la economía, para infraestructura.
Odebrecht, que ha reconocido el pago de millonarios sobornos a políticos y funcionarios a cambio de obras, desembolsó en Perú US$ 29 millones en sobornos entre el 2005 y 2014 para ganar licitaciones.
El caso tiene bajo investigación a los gobiernos de Alejandro Toledo -buscado por la justicia- Alan García y Ollanta Humala.