(Bloomberg) El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, podría estar a punto de descubrir los límites de su minoría parlamentaria mientras se dispone a aprobar los presupuestos para este año.
Pasados tres meses desde que comenzó el año, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, presentará sus planes de impuestos y gasto para 2017 en el Consejo de Ministros el viernes y será presentado en el Congreso de los Diputados el 4 de abril.
España cumplió con su objetivo de déficit el año pasado por primera vez desde que fue puesto bajo vigilancia de las autoridades europeas en 2009, dijo Montoro el jueves, al informar de un déficit de 4.5% en comparación con un objetivo de 4.6%.
Rajoy tiene 137 diputados en el Congreso de 350 escaños y cuenta con el apoyo de otros 32 representantes del partido centrista Ciudadanos. Unos cuantos grupos regionales elevan el número a 175. El único representante del partido Nueva Canarias aún debe decidir si le dará una mayoría.
El presidente del Gobierno está tratando de demostrar que en España todo marcha con normalidad después de que su partido perdiera la mayoría parlamentaria en 2015.
El país pasó la mayor parte del año pasado sin un Gobierno. La aprobación de un presupuesto sería una señal de estabilidad política, mientras el resto de Europa está eclipsado por elecciones en Francia y Alemania, el inicio de las negociaciones del Brexit, y el riesgo de medidas proteccionistas de la nueva administración de Estados Unidos.
Una derrota tendría poco impacto en la gestión de Rajoy para reducir el déficit presupuestario, ya que presentó una serie de ajustes de última hora tras volver a asumir el poder a finales del año pasado. No obstante el fracaso asestaría un revés a la autoridad de Rajoy.
Último recurso
“En un contexto de incertidumbre mundial y un calendario marcadamente político en Europa, mantener a España fuera del radar es una ventaja, Rajoy no quiere arriesgar eso”, dijo Ángel Talavera, economista de Oxford Economics en Londres. “Si realmente no puede gobernar, siempre puede convocar una elección anticipada. Pero eso sería un último recurso”.
La votación del presupuesto también ofrecerá pistas sobre cómo encarará Rajoy los próximos cuatro años, cuando tenga que forjar acuerdos con otros partidos para aprobar leyes, ahora que empiezan a disiparse factores económicos favorables, como unos precios bajos de la energía y la política monetaria ultraexpansiva.
Otro voto que definirá el ambiente político de España es la contienda por el liderazgo del Partido Socialista, de la oposición, en mayo.
El Partido Popular de Rajoy sólo logró tomar el poder en octubre después de que el líder socialista Pedro Sánchez fuera depuesto tras una rebelión interna en su partido.
Ahora Sánchez está haciendo campaña para recuperar su cargo, movilizando a los simpatizantes de base contra los veteranos líderes del partido que lo desplazaron para permitir que Rajoy gobernase. Si vuelve Sánchez, es probable que traiga consigo el estancamiento que caracterizó gran parte de 2016.
“Incluso si Rajoy aprueba el presupuesto, la pregunta de en qué medida España es estable podría volver a emerger si gana Sánchez”, dijo Lluis Orriols, politólogo de la Universidad Carlos III de Madrid. “Tenerlo como jefe del Partido Socialista significa perder un posible socio”.