Hijo de refugiados europeos, el presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski domina el español, inglés, alemán y francés. No habla ninguno de los 47 idiomas indígenas del país. Sin embargo, su gobierno está trabajando para alentar el uso de esas lenguas, incluso más que los de sus predecesores, algunos de ellos con raíces indígenas.
En diciembre, TV Perú, la cadena estatal de televisión, comenzó a difundir el primer noticiero nacional en quechua. En abril de este año comenzó uno en Aymara. El 10 de agosto, el gobierno lanzó su “política para las lenguas nativas”, parte de sus preparativos para el 200 aniversario de la independencia en el 2021. Esta política exige a las agencias gubernamentales ofrecer servicios en esas lenguas en áreas donde son dominantes.
Unos 4 millones de los 31 millones de habitantes del Perú hablan una de las lenguas nativas del país como lengua materna. Tres cuartos de ellos hablan quechua, el idioma de los Incas. Los gobiernos, tanto antes como después de la independencia, han marginado las lenguas y han discriminado a las personas que las hablan. Muchos viven en las partes menos accesibles del Perú, distritos andinos y selváticos donde las tasas de pobreza son a menudo el doble de la media nacional y apenas se habla español. La constitución otorga a las lenguas nativas un estatus oficial “donde predominan”, pero el estado ha ignorado en gran medida ese artículo. Sólo en el último gobierno, encabezado por Ollanta Humala, que tiene raíces quechuas, el gobierno comenzó a hacer cumplir las leyes que exigen escuelas bilingües.
Kuczynski, que ha sido presidente desde julio del 2016, quiere ir más lejos como parte de su empuje por la “inclusión” social y económica. “El gobierno se está poniendo manos a la obra”, dice Clodomiro Landeo, coanfitrión del noticiero quechua, “Ñuqanchik”, que significa “todos nosotros”.
Él y sus colegas quechua hablantes del noticiero esperan ayudar a borrar el estigma que todavía implica hablar lenguas no europeas. Rita Choquecahua, coanfitriona del noticiero aymara, “Jiwasanaka” (que significa lo mismo que ñuqanchik), era desalentada de hablar aymara en su infancia “porque nos mantendría rezagados”. El dueño de una cafetería donde estaba filmando un video promocional le pidió que se fuera: los clientes consideraban desagradables su sombrero y falda tradicional.
Marisol Mena, colega de Landeo, dice que la gente mira de reojo si ella habla quechua en un centro comercial o en una cola de banco. “La gente te trata como si fueras pobre. No importa si eres un profesional”, comenta. Su familia fue una de las muchas que huyeron de la violencia en la sierra andina hacia Lima y otras ciudades en los años ochenta y noventa. El éxodo profundizó los prejuicios. Los citadinos de habla hispana asociaban a los migrantes con Sendero Luminoso, un grupo terrorista, a pesar de que quería eliminar las lenguas nativas. De las 70,000 personas muertas en la lucha entre los terroristas y el gobierno, tres cuartas partes no hablaban español como lengua materna.
Las dificultades de producir noticieros en lenguas nativas exponen otros problemas para las personas que las hablan. Los reporteros tienen problemas para encontrar funcionarios que puedan entrevistar en esos idiomas, incluso de agencias que trabajan principalmente en áreas indígenas. Bajo la nueva política del gobierno, estas agencias contratarán a más hablantes nativos.
TV Perú está gratamente sorprendido por el éxito de su iniciativa de Quechua y Aymara. Durante el año pasado su cuota de mercado en noticias ha saltado de un insignificante 0.5% a casi 5%, en gran parte debido a las emisiones en lenguas indígenas. Las empresas hacen cola para anunciar en los noticieros de media hora, que se emiten temprano en la mañana. TV Perú emitió una traducción simultánea al quechua del mensaje a la nación de Kuczynski en julio, otro hito.
La televisora planea lanzar el próximo año programas en dos lenguas amazónicas, Shipibo-Konibo y Ashaninka. El cambio ha llegado tarde, pero ahora no se puede detener, dice Landeo. “Hay una especie de orgullo que no había antes”.