(AP).- El Tribunal Constitucional de España rechazó una resolución del parlamento regional de Cataluña que establece un plan para la independencia para el 2017.

En una sentencia publicada hoy, el tribunal dijo que la resolución adoptada el 9 de noviembre por el parlamento con sede en Barcelona violó cinco artículos de la constitución nacional de 1978 y artículos del propio estatuto regional.

El fallo se produjo después que el gobierno español en Madrid objetó la resolución. La resolución fue considerada uno de los desafíos más serios que enfrenta el estado español en su historia reciente.

Resta por verse qué efectos prácticos tendrá el fallo y qué hará España si el parlamento catalán decide ignorarlo, tal como indicó que lo hará.

El jefe de gobierno, Mariano Rajoy, saludó la decisión: “Eso a la inmensa mayoría de españoles que creemos en la soberanía nacional y en la igualdad de los españoles nos alegra y mucho”.

Los partidos secesionistas tienen una ligera mayoría en el parlamento catalán después de las elecciones locales de septiembre, pero la región de 7.5 millones de habitantes está dividida por partes iguales acerca de independizarse de España.

Cataluña representa casi una quinta parte de la producción económica española.

El gobierno regional interino en Cataluña dijo que se propone llevar adelante el deseo expresado en la resolución. Sostiene que se trata de una resolución política sin estatura legal y que el tribunal no puede dictaminar contra la voluntad política de un parlamento.

La resolución autorizó al gobierno regional entrante a empezar a elaborar una constitución catalana y establecer sistemas de recolección de impuestos y seguridad. También lo exceptúa de las órdenes de las instituciones españolas, incluso el Tribunal Constitucional.

Según una nueva ley, el Tribunal Constitucional tiene la prerrogativa de suspender a los funcionarios públicos que ignoren sus fallos.

El sentimiento proindependentista se agudizó hace unos cuatro años durante lo peor de la crisis económica española cuando los partidos secesionistas opinaron que Cataluña funcionaría mejor por su cuenta.