CARACAS, 14 abr (Reuters) – Las elecciones presidenciales en Venezuela entraron en un tenso compás de espera el domingo luego de que el candidato opositor denunció un plan para cambiar los resultados, en una votación que decidirá si el país mantiene el legado socialista de Hugo Chávez o cambia radicalmente su rumbo.
Tanto el comando del candidato oficialista Nicolás Maduro como el del opositor Henrique Capriles cantaron victoria y prometían defender el resultado hasta sus últimas consecuencias, en un ambiente muy sensible por la reciente muerte del líder bolivariano.
Aunque la campaña fue de alto voltaje, con denuncias de irregularidades por parte de ambos bandos, la jornada de votación transcurrió en relativa calma hasta que Capriles sacudió al país con su denuncia.
“Alertamos al país y al mundo la intención de querer cambiar la voluntad expresada por el Pueblo!”, aseguró en un mensaje en la red social Twitter.
El jefe del comando de oficialista calificó el mensaje de su adversario de “irresponsable”, llamó a la calma y pidió a sus seguidores congregarse en el palacio presidencial de Miraflores.
“Vamos a defender el resultado, lo vamos a defender con las armas que nos proporciona la Constitución y las leyes de la República, pero principalmente con la presencia pacifica del pueblo en la calle”, dijo Jorge Rodríguez, alcalde de Caracas.
A los pocos minutos, el secretario de la coalición opositora acusó a Rodríguez de tratar de engañar a su gente y al país.
“Nosotros sabemos perfectamente lo que ha ocurrido, y ellos lo saben”, aseveró Ramón Aveledo en conferencia de prensa, quien también acusó a sus rivales de “irresponsables” por convocar a sus partidarios a la calle.