En Sudamérica, Perú es el segundo país que recibe más ataques digitales (solamente precedido por Brasil) y el tercero en América Latina, por lo que los riegos ante un posible fraude son altos.
De acuerdo a un estudio realizado por B2B International y Kaspersky Lab, el 98% de los usuarios utilizan servicios de banca en línea o realizan compras en línea, y el 38% lo hace a través de sus dispositivos móviles. La penetración generalizada de los pagos electrónicos ha hecho que el robo de dinero electrónico sea un negocio rentable para los criminales.
En tanto, las técnicas actuales -contraseñas temporales, confirmaciones vía SMS, tokens, generadores de contraseñas de un solo uso- aplicadas por bancos y sistemas de pago electrónico para proteger a sus clientes se vuelven rápidamente obsoletas.
“No importa la plataforma que uses, acceder a tu cuenta en línea o hacer una compra en línea estando conectado a una red inalámbrica pública es terrible. No puedes hacerlo porque alguien que también está conectado a esta red podrá robar tus datos”, explica Fabio Assolini, analista de malware de Kaspersky Lab.
El experto recomienda a las empresas utilizar una sola computadora que esté exclusivamente destinada a hacer transacciones online, un dispositivo que cuente con todas las herramientas de protección necesarias. Además, las organizaciones deben entrenar a su personal para que sepan reconocer estos ataques y puedan evitarlos.