Francia acaba de inaugurar el primer tramo de la primera carretera solar del mundo en Normandía, la que cuenta con un kilómetro de extensión, su pavimento está compuesto por paneles solares especialmente sólidos, según informó EFE.
Este es un proyecto pionero para alimentar el alumbrado público de un pueblo de 5,000 habitantes. Sin embargo, recibió críticas de diversas organizaciones ecologistas debido al precio de desarrollo, 5 millones de euros (US$ 5.2 millones), no muy acorde con la cantidad de energía que puede producir.
La ministra de Medio Ambiente, Ségolène Royal, encargada de inaugurar la infraestructura, aseguró que es una idea que va en la línea de la transición energética del país hacia las energías renovables.
Con la generación de dicha energía se podrá costear la alimentación, comercio e iluminación pública de zonas aisladas. Pero una de sus principales desventajas es que produce un poco menos de energía que un panel colocado en un techo.
Además, resulta más caro, 17 euros (US$ 17.76) el kilovatio pico generado contra 1.3 euros (US$ 1.36) por panel de techo.
Según el gobierno francés, este tipo de paneles solares están especialmente concebidos para soportar el peso de cualquier vehículo, incluido el de camiones, y garantizar la adherencia de los neumáticos.
Con el millón de carreteras del país, asfaltando un cuarto de las mismas, el país alcanzaría su independencia energética.