Es difícil resistirse a la idea de que sin herramientas, en el minuto que tardas en quitar una rueda y montar otra en tu propia bicicleta, vayas a cambiar por completo la forma en la que te mueves.
Sí, muy posiblemente modificará tus hábitos, ya que te dará la opción de desplazarte pedaleando (lo que es bueno para ti) o simplemente dejándote llevar por el potente motor eléctrico de la rueda GeoOrbital- lo que también es bueno para el medio ambiente, ese día que estás algo más perezosón.
El proceso de montaje es muy rápido y no necesita ninguna herramienta. Solo hay que desmontar la rueda delantera como es habitual y montar la GeoOrbital en el proceso inverso. Luego solo es necesario fijar el rotor a la parte interior del eje mediante dos tiras de goma en un ajuste sencillísimo y pinzar el acelerador al manillar de forma que alcancemos bien con el pulgar la palanquita que sirve para “pisarle” más o menos.
La batería de iones de litio se carga, sin sacarla de la bici o extrayéndola en un proceso muy cómodo en tan sólo dos pasos, para enchufarla a cualquier toma doméstica.
La GeoOrbital llega en dos medidas para poder ajustarse a la mayoría de las bicicletas para adultos. Por esa diferencia de tamaño hay dos baterías de iones de litio con dos tiempos de recarga diferentes, aunque el motor siempre es el mismo entregando la misma potencia de 500 watios (0.67 caballos, una potencia razonable teniendo en cuenta el peso).
La batería de la rueda de 26 pulgadas de tamaño se recarga en tres horas, mientras que la que es compatible con las bicicletas de 28 y 29 pulgadas tarda una hora más. Esto nos ofrece un rango media de autonomía sin pedalear de unos 20 kilómetros en el primer caso y unos 32 en el segundo, aunque depende del peso que se arrastre, de cómo sea el terreno -más o menos inclinado- y de la velocidad a la que vayamos. Por supuesto se puede pedalear y continuar trayecto si nos quedamos sin batería.
Entre sus ventajas se encuentra que tú puedes pedalear sin interferir el trabajo del motor, simplemente añadiendo la potencia de tus músculos al pedalear a la rueda trasera. La rueda GeoOrbital es maciza, de forma que aunque se le clave algo, nunca se pincha.
Está pensada para durar entre 8,000 y 16,000 kilómetros, aunque la casa ofrecerá repuestos en el futuro y sus materiales son resistentes al agua, nieve y hielo. Todas las partes metálicas están fabricadas en aluminio aeroespacial, uno de los materiales más ligeros y duros.
En cuanto a los inconvenientes, están el coste de envío desde EE.UU., así como la frenada, que puede no llegar a ser eficaz, ya que se sustenta sobre los mismos frenos pensados para retener nuestra potencia de pedaleo, no la de un motor eléctrico de estas características.
Es cierto que el motor tiene retención, ya que recarga la batería cuando no se acelera -por ejemplo, en bajadas- pero aún así la marca ya ha anunciado que ofrecerá la rueda con freno de disco en el futuro, lo que claramente señala una posibilidad de mejora.
La GeoOrbital, que ha sido desarrollada por ingenieros de SpaceX y la marca de automóviles Ford, se envía fuera de EE.UU., pero habrá que contar con los costes y la burocracia de su importación. Por otro lado, su precio (885 euros o US$ 991) no es muy asequible, aunque habría que hacer cuentas de cuánto nos ahorraríamos en otros medios de transporte y otras variables como el tono físico que nos podría aportar y o el uso en días de mal tiempo.
Diario Expansión de España
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