Sony introdujo al mercado la segunda generación de su popular SmartWatch en junio de 2013, adelantándose a Samsung y Apple. Meses después, la sucoreana presentó el Galaxy Gear y ahora estaría desarrollando el Galaxy Band, el sucesor. Apple, no obstante, está prolongando la llegada del iWatch más de la cuenta.
A pesar del protagonismo que están cobrando los relojes inteligentes dentro del terreno de los gadgets, la firma norteamericana ha perdido la oportunidad de convertirse en un referente y, por el contrario, el iWatch estaría presentando serias complicaciones en la fase de fabricación.
Según reporta el diario DigiTimes, el dispositivo de los chicos de Cupertino estaría enfrentándose a tasas de rendimiento de menos de un 50% en los ensayos de fabricación. Esto, de acuerdo a las fuentes de la cadena de suministro, obedecería a “dificultades para aplicar tratamientos superficiales chasis moldeado por inyección de metal”.
Eso quiere decir que el proceso de fabricación utilizado, Moldeo por Inyección de polvos metálicos o cerámicos (MIM), “no se adapta a las exigencias que requiere el diseño final y la calidad de acabado del iWatch”, según apuntan desde el portal MovilZona.
El informe concluye que el “proceso MIM es de uso frecuente en la producción de productos de alta precisión con diseños industriales complicados, ya que permite que los componentes cuenten con formas especiales y mantengan la rigidez”.
Por su parte, Jay Yarow, de Business Insider, invitó a los seguidores de la manzana respirar profundo porque, según dijo, DigiTimes es una fuente de noticias que “a veces logra tener la razón y otras no”.