(Bloomberg).- En los últimos años, ha despertado la curiosidad de los inversores por el mundo de los videojuegos profesionales. Si esto fuera cualquier otro deporte, algo lógico de hacer sería poner el dinero en un equipo.

Pero en deportes electrónicos, o eSports, no está claro lo que los futuros propietarios de equipos estarían comprando.

El jueves, la compañía detrás del mayor juego de eSports del mundo, League of Legends, trató de responder a esa pregunta. Riot Games Inc. estableció un nuevo marco para su liga norteamericana de diez equipos y estableció un precio de US$ 10 millones para participar.

Entre los jugadores de eSports, es una señal muy esperada de que la industria está llegando a la mayoría de edad. Para los de afuera, es una indicación de que hay un verdadero negocio aquí.

El precio también muestra confianza. Hace menos de dos años, los equipos de League of Legends se vendían por alrededor de US$ 1 millón.

En una conferencia telefónica de dos horas el martes con los actuales propietarios del equipo de League of Legends, Riot estableció sus nuevos términos.

Al igual que en los deportes tradicionales, la liga tendrá una lista estable de franquicias, y los equipos compartirán los ingresos de los acuerdos con medios de comunicación. Habrá una asociación de jugadores. Riot está localizando toda la operación en Los Ángeles, donde tiene un estadio de esports.

Riot dará a los dueños de equipos existentes la oportunidad de comprar un segmento en la liga por US$ 10 millones, un precio comparable con los honorarios de expansión de las Grandes Ligas del Fútbol de hace apenas una década. Riot presentará inversores a equipos que necesiten respaldo.

Uno de los retos de Riot es conseguir un equilibrio entre atraer inversores externos acaudalados y su interés en apoyar equipos existentes que han ayudado a crecer League of Legends al nivel en el cual se encuentra actualmente.

Cualquier persona que no posea un equipo tendrá que pagar una cuota adicional de US$ 3 millones. Esa suma se usará para compensar a los equipos existentes excluidos de la nueva liga.

También mitigará el impacto financiero del honorario de franquicia, espaciándola en el tiempo. Los equipos pueden poner US$5 millones por adelantado, y luego pagar US$ 1.5 millones de su porción del ingreso que obtengan del acuerdo con los medios y mercancías alusivas al final de 2018 y 2019.

Los últimos US$ 2 millones son pagaderos a finales de 2020, pero podría omitirse si la liga logra ciertos objetivos de ingresos.

“Creemos que este proceso estimulará a la gente de esports de vieja escuela a unirse a los nuevos inversores para crear nuevas organizaciones que deberían tener lo mejor de ambos mundos”, dijo Whalen Rozelle, codirector de esports de Riot, de propiedad de Tencent, conglomerado chino de internet.

Por el momento, los dueños de equipos parecen complacidos. La nueva estructura crea alguna estabilidad, y la nueva liga limita la práctica de relegar equipos de desempeño deficiente a una liga menor.