Por qué las startups de fintech quizá no quieran ser unicornios

Las adquisiciones de startups de tecnología financiera experimentaron un gran aumento en 2015, pero este año las cosas se han moderado.

(Bloomberg) En la mitología, los avistamientos de unicornios son acontecimientos venturosos. En el mundo de la tecnología financiera, tal vez sean cada vez más desafortunados.

Esforzarse por lograr una valuación de US$ 1,000 millones o más ya no beneficiaría los intereses de una startup, de acuerdo con las recientes tendencias de valuación y los capitalistas de riesgo que invierten en esa área.

En particular, las firmas de tecnología financiera, o fintech, constituyen un dolor de cabeza para los inversores porque el aumento de las valuaciones crea un estado semejante al limbo en el que las startups se vuelven demasiado caras como para ser compradas por compañías más grandes pero no tienen un modelo de negocio que pueda adquirir suficiente escala para debutar en los mercados públicos.

“Lo que a uno no le conviene hacer es entrar en esa fase de semi-embarazo en la que está por arriba de lo digerible pero no claramente en la trayectoria hacia la autosuficiencia a largo plazo”, dijo Sean Park, cofundador de la firma de capital riesgo Anthemis Group.

Los datos sobre financiamiento dan credibilidad a esta preocupación. La firma de investigación CB Insights mostró que en el segundo trimestre el financiamiento para las compañías fintech respaldadas por capital riesgo cayó un 49%. Los resonantes problemas que tuvo LendingClub, que debutó con una jugosa valuación de US$5,400 millones a fines de 2015 pero que desde entonces se hundió a US$ 2,100 millones, también exacerbaron el nerviosismo de los inversores en torno a este espacio.

Este tibio sentimiento contrasta marcadamente con el entusiasmo del año pasado respecto del sector fintech, cuando los inversores buscaban vérselas con la tecnología anticuada de los grandes bancos y otras firmas financieras así como con la nueva serie de normas dictadas tras la crisis financiera.

Hasta la fecha, los datos de CB Insights muestran que las adquisiciones más grandes del sector fueron la compra por US$ 1,100 millones de la startup de seguros agrícolas The Climate Corp. por parte de Monsanto en 2013, la adquisición en 2015 de la startup de seguridad de pagos Trustwave por Singapore Telecommunications y la operación de EBay para comprar la plataforma mundial de pagos Braintree por US$ 800 millones en 2013.

Las adquisiciones de startups de tecnología financiera experimentaron un gran aumento en 2015, pero este año las cosas se han moderado. Según CB Insights, hubo 22 adquisiciones en el primer semestre de 2015 pero en 2016 esa cifra se redujo a 16.

Una hipótesis que surge cuando se pregunta quién podría adquirir a las startups con valuaciones más altas es la posibilidad de que lo hagan compañías de fuera del sector de las finanzas. Si bien las empresas como Apple y Amazon.com tienen importantes reservas de efectivo que les permitirían salir a comprar startups, puede que se abstengan de hacerlo.

“Estamos esperando desde hace un tiempo que se presente una compañía de tipo tecnológico y sin duda es una posibilidad”, dijo Uday Singh, socio de la consultora AT Kearney. “Pero el impedimento con que se encuentran las compañías tecnológicas para hacerlo es que el área de los servicios financieros está sumamente regulada y ellas no están acostumbradas al contralor normativo a que se enfrentarían”.

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