Diario Expansión de España
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)
Cuando se emprende la odisea de comprar un nuevo smartphone quién más y quién menos sabe qué es lo que quiere. Hay quién se decidirá por un diseño concreto, otras personas valorarán su sistema operativo y algunos escogerán por el precio, pero existen ciertos ‘lugares comunes’, ciertas características que todos querríamos tener en nuestro nuevo teléfono independientemente del fabricante.
Batería que dure más de un día
Los terminales inteligentes rara vez sobreviven más de 24 horas sin conectarse al cargador y esa dependencia es lo que más suele incordiar a los usuarios. Los móviles de la era pre-smartphone podrían pasar días (incluso, más de una semana) sin repostar, pero sus hermanos inteligentes tienen una tendencia más que marcada a quedarse sin batería en el peor momento.
No es algo que nos pueda extrañar ya que cada vez exigimos más cosas a nuestros teléfonos: funcionan como reproductor de música y de vídeo, como cámara, como consola, como ordenador personal y, además, les pedimos que estén permanentemente conectados a Internet. A esto hay que sumar las llamadas y sms que ya atendían los dispositivos no inteligentes.
Un estudio de la consultora IDC (International Data Corporation) y otro de su homóloga Global Market Inside señalan la necesidad de una batería más duradera como el principal deseo de los usuarios. En el caso del primer informe esa ambición la tiene un 56% de los compradores y en el segundo es un aplastante 89% el que considera que este aspecto es fundamental a la hora de elegir un smartphone.
Algunos fabricantes ya se esfuerzan en ampliar la autonomía de sus dispositivos y han logrado que aguanten más de 14 horas a pleno rendimiento, más si se dejan en espera. Entre los modelos cuyas baterías demuestran mayor independencia del cargador encontramos el LG G3, el Samsung Galaxy S5 o el Sony Xperia Z2.
Una pantalla más grande y con mayor definición
Uno de los aspectos en los que más coinciden los usuarios es en la necesidad de pantallas, y por tanto, smartphones, más grandes. No se trata de un simple capricho, se quieren dispositivos con más pulgadas para disfrutar mejor de los contenidos multimedia.
IDC señala en su estudio que un 60% de los compradores prefiere los smartphones con una pantalla de mayor tamaño. Además, otras consultoras, como BI Intelligence, apuntan que esta preferencia hará que en 2019 las ventas de phablets (teléfonos de entre 5 y 7 pulgadas que se llaman así por su tamaño cercano a las tablets) representen el 59% del mercado de los dispositivos inteligentes.
Por lo general se prefieren los terminales de 4,5 pulgadas o más, por eso muchos fabricantes están apostando por teléfonos grandes que se acercan peligrosamente a la delgada línea que separa el smartphone del phablet. Como ejemplo encontramos el Samsung Galaxy S5 (5,1 pulgadas), Fire Phone de Amazon (4.7) o el LG G3 (5.5).
Apple también parece haber tomado nota de esta tendencia y varios rumores apuntan a que con su próximo teléfono, el iPhone 6 , los de Cupertino apostarán por modelos de 4.7 y 5.5 pulgadas.
A esta petición de mayor tamaño se une inevitablemente la de mayor calidad. No sólo queremos ver los vídeos y fotos más grandes, sino con una mayor definición y de eso también se están dando cuenta las tecnológicas. El HD (alta definición) ya se ha instalado en la mayoría de los modelos de alta gama y otros van más allá, como los de LG, y apuestan por la ultra alta definición (4k) en su último modelo.
Una cámara a la altura de los mejores momentos
La misma razón que esgrimen los que quieren una pantalla mayor, el auge del contenido multimedia, sirve para justificar que la cámara sea cada vez más importante en un teléfono. Ya no sólo vale con hacer fotos y vídeos con una calidad aceptable: los smartphones tienen que ser dignos sustitutos de las cámaras digitales que se lancen al mercado. De hecho, según el estudio de IDC, un 25% de los compradores decide qué smartphone se llevará a casa en función de su cámara.
Ya son pocos los que suben sus selfies o sus vídeos a las redes sociales a través de un ordenador; lo más común, y rápido, es compartir el contenido directamente desde el teléfono. Por eso, una buena definición, la posibilidad de ajustar la luz, el autodisparo o el zoom son aspectos que llaman cada vez más la atención de los usuarios y de las tecnológicas.
Esta ‘sustitución’ de las cámaras digitales por los smartphones ya se ha hecho notar en el sector de la fotografía. Si hacemos caso a los datos de la CIPA (asociación de cámaras y productos de imagen) entre 2012 y 2013 las ventas de cámaras compactas bajó un 40%. El único nicho de este mercado que crece es el de las cámaras réflex que aumentó un 24,4% en los primeros meses de este año.
Los smartphones con mejores cámaras que puedes encontrar ahora en el mercado son el Nokia Lumia 1020 (41 megapíxeles), el Samsung Galaxy S5 (con 16 megapíxeles, pero una cámaras más balanceada y un alto nivel de rendimiento), el iPhone 5S (8 megapíxeles y un sensor muy preciso), el LG G3 (13 megapíxeles) o el Sony Xperia Z2 (20,7 megapíxeles).
La seguridad al poder
La preocupación por la privacidad de los datos que manejamos a través de nuestros teléfonos ha ido creciendo en la misma medida en la que lo han hecho los fallos de seguridad , los caso de ciber-delincuentes que entran en los dispositivos ajenos sin que nadie los invite y las revelaciones sobre las compañías que archivan todo lo que hacemos a través de nuestros smartphones.
Por este motivo, a la hora de adquirir un teléfono los usuarios buscan modelos que les aseguren que solamente ellos podrán acceder a sus datos. En este sentido, algunas compañías apuestan por sensores digitales (Samsung Galaxy S5 o iPhone 5S y, posiblemente, el futuro iPhone 6) que sustituyen a posibles contraseñas y garantizan que sólo el dueño del teléfono podrá desbloquearlo. Otras firmas diseñan todo el hardware y el software de sus teléfonos para esquivar posibles ataques de hackers , como la española Geeksphone y su Blackphone o el estadounidense Boeing Black.
Para reforzar la protección de sus terminales, las principales compañías de hardware y software (Google, Apple, Samsung, Huawei, Nokia, Microsoft, Motorola y HTC) incluirán métodos antirrobo de serie en los smartphones a partir de 2015. Estos sistemas permitirán borrar información y bloquear terminales de manera remota en caso de hurto, una medida que tranquilizará a los más temerosos.