Diana Mujica Maguiña
dmujica@diariogestion.com.pe

Una detrás de otra, las palabras se suceden blancas sobre el verde palta que las espera. Y cuando usted está seguro de tenerlas consigo, se han ido de un borrón. ¿No es ese el principal recuerdo que se tiene de la etapa escolar: la pizarra llena de letras hechas a tiza con la lección vital? Y por supuesto, la hora terrible en que la maestra borraba todo y usted constataba que su hoja de cuaderno estaba en blanco.

Pues dejar de copiar ya no será problema con el proyecto Smart School de Samsung Perú. La tecnología resolvió el problema.

Piloto
El proyecto de la firma surcoreana está pensado para escuelas públicas y fuera de la capital, pues tiene un ánimo descentralista. ¿En qué consiste? A través de un software – el IWB 3.0 – es posible interconectar un monitor de 75 pulgadas que hace las funciones de una pizarra inteligente, a 40 tabletas: un aula inteligente con estudiantes que pueden recibir archivos, indicaciones y muchas opciones más directamente del profesor.

En palabras simples, copiar no es necesario pues el monitor es en esencia un equipo de escritorio con un entorno Windows con programas de Office. Pero si el profesor añora la tiza, el monitor se vuelve touch y es posible escribir con un lapiz la lección del día. Cada escrito queda registrado y puede ser guardado y enviado por correo o el maestro envía el contenido a una o a todas las tabletas. Además graba video y audio.

Y corrige otro tipo de problemas, como la letra rebelde: si el docente sufre con una caligrafía indócil, la pizarra inteligente corrige la caligrafía y la traslada a un patrón de programas como Word.

En este momento, según explica Carlos Saavedra, gerente de responsabilidad corporativa de Samsung Perú, el proyecto ya está funcionando en el colegio “José Joaquín Inclan” de Piura, donde 40 alumnos y su maestro hacen uso de estas herramientas.

“Además en este año se habilitará otra aula en el colegio “Simón Bolivar” de Moquegua”, precisa el ejecutivo.

El proyecto requirió que la firma de tecnología invirirtiera US$250 mil y cuenta con el monitoreo de Empresarios por la Educación.

Posibilidad corporativa
Pero la tecnología que Samsung aplica a su proyecto más social, es también un producto de su catálogo comercial y tiene aplicaciones corporativas: el Smart Office permite videoconferencias y quita del mapa el uso de proyectores que requieren apagar las luces. “El monitor de 75 pulgadas no necesita que se apaguen las luces, no generan ruido, gastan menos luz y generan menos calor”, explica el ejecutivo de Samsung Perú.

Instalar el monitor, el software, 40 tabletas y una impresora en una sala de conferencias cuesta alrededor de US$30 mil.

Foco
La principal preocupación de Samsung es motivar la participación más activa de disciplinas como la matemática y la ciencia. “La idea es empezar a desterrar la idea de que las ciencias y los números son aburridos, y con la interacción de las herramientas digitales podemos llamar la atención de los alumnos”, explica Carlos Saavedra, gerente de responsabilidad social de la firma surcoreana.

Avances
La siguiente versión del software IWB no solo tendrá gracias como corregir la letra díscola de algún maestro y pasarla a los legibles caracteres de un programa como word, sino que podrá reconocer y memorizar fórmulas matemáticas como la raíz cuadrada, ahorrando tiempo al profesor y alumnos.