Si la impresión 3D ya parece increíble con sus aplicaciones para la medicina y la elaboración de alimentos, un nuevo uso lleva esta tecnología a otro nivel. La compañía china WinSun construyó un edificio de cinco pisos y una mansión de 1.100 metros cuadrados a base de piezas impresas a partir de residuos industriales (como vidrio o tejas partidas), cemento y un agente de endurecimiento especial.
Las piezas fueron ensambladas en el lugar, con refuerzos de acero y aislamiento, informó el diario español ABC.
Las medidas de la impresora parecen más las de una grúa: 6,6 metros de alto, 10 metros de ancho y 40 metros de largo.
WinSun, que en 2014 ya había construido 10 casas de 200 metros cuadrados en 24 horas con esta tecnología, explicó que este proceso ahorra entre un 30% y un 60% los residuos de la construcción y puede acortar los tiempos hasta un 70%; además, puede acortar los costos de mano de obra.
La construcción de la mansión costó solamente US$ 161.000.
Por otra parte, este tipo de impresión evita la extracción de recursos naturales como piedra
La compañía espera utilizar esta tecnología en construcciones de mayor envergadura como puentes y hasta rascacielos.