(Bloomberg).- BMW AG está cambiando la forma cuadrada de su auto eléctrico i3 para darle un aspecto más deportivo a fin de aumentar su atractivo y competir mejor con Tesla Inc. ahora que el fabricante de automóviles alemán se prepara para desplegar versiones a batería de los modelos de su línea principal.
Para darle líneas más convencionales, el i3 actualizado ofrece un mayor ancho y una parte delantera alargada, por lo que parece menos achaparrado. El extremo trasero es menos rectangular, y el techo se inclina ligeramente hacia la parte de atrás.
A partir de noviembre, la línea de este vehículo urbano se ampliará con una versión deportiva que cuenta con una velocidad máxima de 160 kilómetros por hora, dijo el fabricante de Múnich en un comunicado.
El i3 de US$ 44,450 ha tenido dificultades para atraer a los compradores desde su debut en el 2013, ya que los consumidores rechazaron su alto costo, su limitada autonomía y su diseño inusual.
La competencia se ha intensificado desde entonces con el nuevo sedán Model 3 de Tesla de US$ 35,000, cuyas primeras entregas se iniciaron el mes pasado, gracias a su precio más bajo y su mayor autonomía. Para volverse más competitiva, BMW se prepara para lanzar versiones eléctricas del todoterreno X3 y el Mini para el final de la década.
La nueva versión del i3 contará con sistemas opcionales de asistencia al conductor, tales como un control de crucero adaptativo y una característica para ayudar a no desplazarse de un carril a otro, pero los cambios no mejorarán el rango.
El vehículo solo puede recorrer alrededor de 160 kilómetros por carga y 290 kilómetros con el llamado extensor de rango --un pequeño motor de gasolina que genera electricidad--. En comparación, el Model 3 de Tesla tiene una gama de 350 a 490 kilómetros.
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— BMW i (@BMWi) 29 de agosto de 2017
Consecuencias del escándalo
A pesar de su lento comienzo, la demanda del i3 viene aumentando, y se vendieron más de 25,500 unidades del modelo el año pasado. Desde su debut en 2013, BMW ha entregado un poco más de 83,000 autos i3.
La presión para impulsar las ventas de autos eléctricos se ha intensificado en los dos años transcurridos desde que estalló el escándalo del engaño del diésel de Volkswagen AG. La crisis ha pesado sobre la demanda de vehículos, y ahora se considera fundamental cumplir con las normas ambientales más estrictas que regirán en la próxima década.
El jefe de gabinete de la canciller Angela Merkel, Peter Altmaier, instó este fin de semana a los fabricantes de automóviles alemanes a invertir más en vehículos eléctricos.
Las preocupaciones por la contaminación excesiva de los automotores diésel se han convertido en un punto clave de conversación en el período previo a las elecciones federales de Alemania el próximo mes, ya que las amenazas de prohibiciones de conducir preocupan a los consumidores. Mientras tanto, Francia y el Reino Unido ya han tomado medidas para prohibir los motores de combustión desde el 2040.
