Carlos Gálvez disfruta los fines de semana entre el mar y la música, sus dos grandes pasiones. Al presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) le gusta navegar durante varias horas en la costa, además de escuchar todo tipo de música y tocar casi cualquier instrumento.
Esos son sus mayores placeres, además de su trabajo en el rubro minero, en el cual se desempeña desde hace más de 45 años.
¿Cómo nació su pasión por la navegación?
Hace años viajé a Australia por trabajo y aproveché para tomar unos días de vacaciones. En el hotel alquilaban ‘hobie cat’ y salí a navegar solo. Así inició mi ilusión por navegar.
¿Qué días navega?
Los sábados y domingos. Me gusta encontrarme con el viento y el mar, y solo escuchar el choque del agua contra el casco del bote. Ahí disfruto la soledad. Me encanta pasar mi tiempo libre entre la música y el mar.
¿Qué tipo de música suele escuchar?
De todo: puede ser tango, jazz, huaynos, clásica, criolla, entre otras.
¿Toca algún instrumento?
Cuando tenía 7 u 8 años me inscribieron en el Conservatorio Nacional de Música para aprender a tocar violín, pero no terminé el curso, aunque me afinaron el oído y ahora toco algunos instrumentos.
¿Cómo cuáles?
Guitarra, acordeón y órgano, por ejemplo. Muchas veces voy en el auto tarareando una canción y cuando llego a casa la toco en el órgano. Ahora estoy pensando aprender a tocar saxofón.
¿Qué otros hobbies tiene?
Me gusta leer, aunque hay cosas que me aburren soberanamente. No soy de leer novelas, pero me gustan mucho los libros que tocan temas económicos y políticos.
¿Cómo maneja el tiempo entre el trabajo y el placer?
Yo siento que nunca he trabajado. Uno siente que es un trabajo cuando tienes que hacerlo y no cuando quieres y te entretiene hacerlo.
¿También le alcanza el tiempo para ejercitarse?
Sí, por las noches. Corro un poco y hago ejercicio. El objetivo es que me cierre el botón del saco.
¿Lo acompaña de una alimentación saludable?
Sí, pero mi defecto es que soy terriblemente dulcero.