Karen Rojas Andia
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El reciente estreno del teatro La Plaza narra sin tapujos una intensa historia que transcurre en uno de los periodos más sangrientos de nuestro país: los años 80.

Chela de Ferrari, directora de la obra escrita por Luis Alberto León, revela que “La cautiva” la sedujo desde la primera lectura.

“Nos interesa tocar temas difíciles, complejos y espinosos mediante nuestras obras. No le tenemos miedo a ningún tema, solo que no necesariamente hablamos a través de textos peruanos”, comenta la directora, quien incide en que el público que aprecia los dramas está creciendo.

Y es que, aunque los espectadores suelen apostar por musicales y comedias, según manifiesta De Ferrari, “por suerte también hay un público que busca ser cuestionado, provocado y estimulado de otras maneras”.

La dramaturga, asimismo, confiesa sentirse sorprendida por la respuesta del público con respecto a la obra, por lo que espera que se mantenga en esa línea.

Sube el telón
Corre el año 1984. Bajo la penumbra de una morgue ayacuchana, suena un yaraví. “Ojos de piedra tuviera para poder resistir”, se lamenta una voz.

De pronto, el cuerpo de un soldado yace tendido en una camilla, mientras un examinador determina las causas del deceso. María Josefa es la siguiente. Pero la adolescente de 14 años ‘despertará’ para ser presa de un acto necrófilo, que está a punto de perpetrar un capitán y su tropa.

Ante esa situación, Mauro, un joven perito de 22 años, buscará sumergirla en otra realidad: una fiesta de quince años, donde ella será la protagonista.

Crudeza, horror, fantasía. “La cautiva” invita a reflexionar sobre los excesos después de la muerte, hace hincapié en la situación de abandono en la que se sintieron sometidos los bandos y expone las justificaciones de uno de esos flancos.

Percepciones
La pieza, sin embargo, no pretende contar una historia de buenos y malos, solo busca retratar lo que ocurrió en el país. Pero más allá de la carga política que pudiera tener la puesta en escena, su autor, Luis Alberto León, destaca otro elemento: el de la ambigüedad.

Y es que la obra se moviliza a través de percepciones, porque si bien los asistentes presencian un mismo acto, la apreciación de lo que ocurre o no ocurre en él queda a discreción de cada uno.

“¿De qué trata (realmente) la obra?, ¿de una adolescente (que acaba de morir y de pronto) despierta?, o ¿de un muchacho que quiere ver todo eso, de alguien que está teniendo un episodio de psicosis?”, relata Luis Alberto, quien incide en que la conclusión final la deja en manos del espectador.

Mientras tanto, la historia transcurre a través de poesía. “Los diálogos (que pronuncia María Josefa cuando despierta) revelan que la protagonista está atravesando un proceso de muerte. Eso es una especie de suposición de cómo la mente reacciona frente al hecho de existir o no existir, ¿cómo es dejar de vivir?, ¿es súbito?, ¿cuáles son los procesos mentales?”, complementa el autor.

“Equilibrio”
Pero “La Cautiva” no es una sucesión de desventuras, hay un contraste. De ello, se encarga Mauro, el joven que tiene la misión de ‘celebrarle’ a la protagonista su quinceañero.

¿Acaso es aquello una vía para equilibrar una obra –de por sí- intensa? “No es un colchón, no escribo escenas para ablandar, edulcorar o diluir: no están hechas para equilibrar el horror, están hechas solo para equilibrar”, responde con énfasis Luis Alberto León. Y añade: “Eso sale naturalmente, como una composición musical”.

HOJA DE VIDA
Nombre: Chela De Ferrari
Profesión: Directora de teatro
Obra: Ha dirigido obras como “Ricardo III”, de William Shakespeare; “Nuestro pueblo”, de Thornton Wilder; “La Fiesta de cumpleaños”, de Harold Pinter; “La Celebración”, de David Eldridge, etcétera.
Cargo actual: Fundadora y directora artística de Teatro La Plaza.
Edad: 58 años
Educación: Pintura.

Calendario. “Nunca basamos la programación de La Plaza en torno a la taquilla”, anota la directora teatral.

HOJA DE VIDA
Nombre: Luis Alberto León.
Profesión: Pintor
Obra: “La Cautiva”, ganadora del premio especial del jurado del Festival Sala de Parto 2013.
Edad: 42 años
Educación: Escuela de artes de la PUCP y Escuela Nacional de Bellas Artes.

Obra de aprendizaje. Luis Alberto León no se considera un experto en dramaturgia. “Es una suerte para un novato”, dice sobre el estreno.