Jorge ‘Coco’ Chiarella abre las puertas del teatro Ricardo Blume. Antes de llegar al escenario de 360 grados, el único con dicha característica en el Perú, se recorre un pasadizo donde cuelgan fotos que sirven a modo de introducción sobre lo que será la obra que ha puesto sobre las tablas: “Moby Dick”.
El director inmediatamente destaca que se trata de una versión libre de la obra de Herman Melville, hecha por su hijo Mateo Chiarella Viale.
¿Por qué está vez eligieron “Moby Dick? ‘Coco’ Chiarella explica que la obra reúne todas las condiciones que siempre busca a la hora de montar una. “Lo primero que pensamos es que debe entretener, lo que no significa que sea una comedia, que sea capturado por la obra. También que emocione. Además, que tenga alguna relación con lo que somos como sociedad, y finalmente que tras la obra el público siga conversando sobre ella”, explica.
Versión propia
Mateo Chiarella recuerda que a finales del año pasado pensaron en hacer el proyecto. “Había la versión de Orson Wells, y se la propuse a mi papá porque tenía varios componentes, sobre todo de la forma en la que él suele encarar los montajes: el espacio vacío, mucho trabajo físico, plástico que alimente la imaginación del espectador”.
Sin embargo, allí surgió un escollo entre ellos: el tema de los derechos. Fue allí cuando Chiarella Viale decidió hacer una versión libre. Y así emprendió la tarea de leer las más de 500 páginas de la novela, comentan padre e hijo entre risas.
Entre el montaje y la adaptación transcurrieron cuatro meses.
“Lo bueno es que cuando trabajo con mi padre le paso las escenas y él me hace un feedback, así es que, rápida mente, corrijo y ya sé que estoy por buen camino”, apunta el creativo.
En el escenario
Sobre el escenario de 360 grados se desplazan 11 actores, que llevan al espectador a plasmar su imaginación al 100%. La imaginación es mucho más poderosa que la realidad”, asevera el director de teatro.
El protagonista es el actor español David García Coll, quien encarna al Capitán Ahab, obsesionado por perseguir a la ballena blanca cuyo nombre da el título a la obra.
La otra tarea
Chiarella es multifacético: actúa, compone y también enseña. Es en Aranwa donde despliega su talento. Aquí no solo producimos obras, también “tenemos una escuela en la que enseñamos actuación, dirección escénica y dramaturgia”, detalla. Mientras recorre el teatro ubicado en Jesús María, el director comenta que ya han egresado diez promociones.