(Bloomberg) ¿Este verano boreal lo llama la Costa Azul? ¿Quiere causar sensación en Capri? Pocas formas de transporte llaman la atención como llegar en yate… excepto, quizás, llegar al yate en helicóptero.
Este año aparecieron dos yates en Super Yacht Miami, en el puerto deportivo Island Gardens Deep Harbour, donde atracan en busca de dueño algunos de los yates más nuevos, lujosos y exclusivos.
Para acceder a esos castillos flotantes, hay que estar interesado en comprar o alquilar un superyate… y tener los millones en el banco como para demostrarlo.
Quinta Essentia
El primero de ellos es el Quinta Essentia, un megayate híbrido de 55 metros de largo hecho íntegramente de aluminio, construido por Burguess Marine, con espacio para 12 huéspedes y una tripulación de 13 personas.
Se pueden ver tonos de color rojo Merlot por todo el barco, una referencia a las uvas del viñedo del dueño, Montemaggio, en Toscana.
En la popa, la cubierta del “Club de la Playa” se pliega para practicar deportes acuáticos y natación, y se despliega cuando es hora de navegar.
Hay una piscina para 10 personas alimentada constantemente por una cascada y un spa a bordo que viene con una sauna seca y un baño turco lleno de vapor. Los cuartos y cabinas internos fueron diseñados en un estilo florentino clásico y espacioso por la diseñadora de yates Michela Reverberi.
Un modo de propulsión eléctrica le da una autonomía de 6.500 millas marinas, lo suficiente como para cruzar dos veces el Atlántico con un solo tanque de combustible.
¿El costo total? US$40 millones.
El Martha Ann, de 70 metros, tiene una onda completamente diferente. Sí, también abundan el mármol, las cubiertas de teca y las alfombras de seda tejida a mano en sus cuatro pisos, pero los interiores, obra del diseñador italiano François Zuretti, son más barrocos.
La madera personalizada y trabajada a mano del yate costó 16 millones de euros (US$ 17.6 millones).
Un ascensor circular de vidrio se eleva desde los camarotes de la cubierta inferior hasta el gimnasio, el bar deportivo y el salón de la cubierta superior, que viene con una TV desplegable y un sistema de proyección home theater de 110 pulgadas.
En total tiene 1,207 metros cuadrados cubiertos, con siete camarotes para 18 huéspedes y espacio para una tripulación de 22 miembros. Como la vida en un superyate implica vivir al aire libre, también hay un garaje con aire acondicionado para guardar todos los juguetes (jet skis, kayaks y etc.) y una piscina “infinita” de 9.840 litros que también oficia de bar acuático.
Y sí: una cubierta lo suficientemente grande para aterrizar ese helicóptero.
Puede adquirirlo en el acto por US$ 79 millones… o más de 600,000 euros por semana.