Los aficionados al deporte rey mañana focalizarán su atención en Gales. Allí, en el estadio Millennium de Cardiff, Real Madrid y Juventus disputarán la esperada final de la Champions League. Se trata de un choque entre los mejores y dos de los clubes más ricos del planeta.
En marzo pasado, la UEFA puso a la venta 66,000 entradas para este encuentro (el recinto tiene capacidad para 74,500, pero por medidas de seguridad el resto de los asientos deben permanecer desocupados).
Los precios oscilaron entre los US$ 77 y los US$ 500, lo que implicó una ganancia superior a los US$ 2.2 millones para las empresas representantes de comercializar los tickets del encuentro.
Cifras por las nubes
A pocas horas del choque entre españoles e italianos, sin embargo, en reventa todo se disparó por encima de los US$ 1,680 , de acuerdo al portal especializado Stubhub de Estados Unidos.
Por dicho monto, hoy se ofrece, a manera de paquete, dos entradas económicas en las butacas con menor visibilidad de la zona norte de dicho estadio. En tanto, las entradas VIP rondan los US$ 34,652, informa Marca de España.
El problema es que, debido a las irregularidades que implica revender tickets, unos 7,000 aficionados podrían quedarse en la puerta del Millennium de Cardiff.
Inversión necesaria
Las reventas, exclusiones de los seguidores en ciertos partidos y conflictos a causa de ello son casi un problema habitual en el fútbol.
No obstante, los recientes atentados en Mánchester, así como la explosión que afectó al bus del Borussia Dortmund hace más de un mes, habrían incrementado la inversión en la seguridad en la final de la Champions League.
Por ello, este año se incorporará un avanzado sistema de reconocimiento facial para todos los asistentes al estadio gracias a un prepuesto promedio de US$ 1.8 millones, enfocado solo al evento deportivo de este sábado.
Otros ingresos
Además de las 66,000 personas que verán el partido en el propio Millennium, se prevé que otras 200,000 acudirán al festival que la UEFA organizará en las inmediaciones de ese recinto deportivo.
Todo ello provocó la apertura de una red de más de 1,250 autobuses por toda la ciudad.