En la última entrevista concedida por el pintor Fernando de Szyszlo, al diario Gestión, contó que solo le interesaba pintar, pero no tiene idea de dónde están sus obras. Después de donar, solo le quedan 15 en su casa.

Un día recuperó el primer cuadro que vendió. Fue un trato irrechazable. Un siquiatra le pagó S/. 300 y 25 años después, se lo ofreció de regreso a cambio de uno más actual. Aceptó.

Él intercambia pinturas como un niño lo hace con sus canicas. A veces, uno se para frente a una pintura y se pregunta ¿qué es esto? Muchas veces son rayas nomás y otras, más raras, el que lo produjo sacó cosas que tenía adentro y afectan a otros.

El arte está para sentirse, no para entenderse. El 99.9% es malo.

¿Cuál fue el cuadro más feo que vio en su vida?
He visto tantos cuadros feos que no podría mencionar uno en particular. La pintura es muy poco democrática: es buena o mala. El esfuerzo del pintor no cuenta.

¿Ya pintó el cuadro perfecto?
He pintado 2,500 cuadros hasta la fecha, así que tengo 2,500 derrotas. No he hecho otra cosa que malograr pinturas. Existe un desfase entre lo que quieres lograr y lo que terminas haciendo.

¿Para usted cada obra pintada es como un hijo?
Para nada, no sé dónde andan. Acabo de regalar 10 al MALI y 10 al MAC. Ahora debo tener 10 o 15 en mi casa.

Sus cuadros ya están en Christie’s y Sotheby’s…
Sí, pero no son míos. Son de gente que me los ha comprado. Mi cuadro más caro vendido en Christies costó US$ 185,000. Yo lo vendí en una exposición en Puerto Rico a US$ 1,500.

¿Es muy exigente cuando adquiere obras de arte?
Nunca compro arte, solo precolombino y colonial. El arte primitivo no se preocupa por describir, solo expresa. El primitivo no sabe que es artista.

¿Es difícil negociar con una galería?
No, es un trato comercial. En Nueva York cobran un 50% de lo que se vende porque el ejercicio es muy caro.

¿Las galerías de Lima trabajan con profesionales?
Terminan por ser profesionales, pero empiezan emprendiendo.

¿Ha tenido un sold out?
Galerías como las de Miami o Los Ángeles compran todas mis pinturas, así que es como tener un sold out todo el tiempo.

¿Cuándo un artista empieza a tomar valor?
Yo empecé vendiendo en S/. 300. La parte más difícil de la profesión artística es vivir de ella.

¿Es su dealer quien promueve su carrera afuera?
Es el dealer el que descubre las posibilidades que tiene un cuadro. Yo tengo muchos, en México, Nueva York, Bogotá, Chile, Lima, etc. Uno, que es venezolano, abrió una galería en Caracas y otra en Miami, lo que me abrió más puertas.

De Szyszlo, dijo que hace varias décadas una pintura de un artista reconocido en Lima costaba S/ 1,000, hoy esa misma obra puede costar US$ 20 mil. La diferencia la establece la aparición de galerías de arte en Lima.

Asimismo, reconoció que nunca tuvo vocación de profesor. Sin embargo, sentía que después de pasar largos años pintando en París, tenía mucho que transmitir. Ha enseñado en las universidades Cornell y Yale.

La entrevista fue realizada por la periodista Nancy Portugal, en noviembre de 2013.