(Bloomberg) El moderno modelo crossover italiano tiene frente redondeado y líneas posteriores curvas que recuerdan el emblemático subcompacto 500 aunque es en esencia un clon del Jeep Renegade. Los dos vehículos utilitarios deportivos compactos tienen aproximadamente el mismo aspecto y comparten motor, transmisión y otros componentes clave a los efectos de reducir costos. Los dos se fabricarán en la misma línea de montaje en Italia.
Las acciones de la entidad fusionada comenzarán a cotizar en la Bolsa de Nueva York el 13 de octubre, y el Jeep Renegade y el Fiat 500X son cruciales para que Marchionne demuestre que la combinación de Fiat y Chrysler –dos empresas automotrices regionales con una historia reciente de problemas financieros- puede competir con rivales globales más grandes como Volkswagen y General Motors.
“El nuevo Jeep y el 500X” son la primera muestra de lo que llamo una colaboración transnacional”, dijo Marchionne el mes pasado en un evento realizado en ocasión del inicio de las ventas del Renegade. “Es algo muy bueno”.
Hermana menor
El último miembro de la familia 500, que debuta hoy en la Feria del Automóvil de París y sigue al wagon 500L, tiene especial importancia en lo que respecta a poner fin a las pérdidas y a la caída de la participación de mercado en las operaciones de Fiat en Europa. También marca una importante expansión al segmento de SUV, en el cual la única oferta de la marca era una versión rebautizada del Dodge Journey.
“El 500X tiene el atractivo de su hermana menor e ingresará a un segmento floreciente” en la región de Turín, Italia, donde tiene sede la compañía, dijo Ian Fletcher, un analista de IHS Automotive en Londres. “También va a ser una buena alternativa en los Estados Unidos para los clientes que quieren un 500 de cinco puertas”.
Las ventas de SUV compactos como el Juke de Nissan Motor Co. han crecido en los últimos años y se pronostica que aumentará 30% a 1,95 millones de vehículos en todo el mundo en 2014, estima IHS.
La marca homónima de Fiat puede aprovechar el impulso. Su participación de mercado en Europa cayó en agosto a 3.8%, menos que la de marcas de lujo como BMW, Audi y Mercedes-Benz.
Parte del plan de expansión de Marchionne de 55.000 millones de euros (US$70,000 millones) para Fiat Chrysler es volver a generar empleos en Italia con modelos de atractivo global como el Jeep Renegade urbano, así como los nuevos Alfa Romeo y Maserati, lo cual impulsaría las líneas de montaje en el país. Su plan de diferentes marcas que se apuntalan entre sí imita la estrategia que ha hecho de VW la segunda mayor compañía automotriz del mundo.