¿Cómo medir el impacto económico de una educación inicial de calidad? Los más recientes estudios revelan que cada dólar destinado a la educación de niños pequeños, de forma estratégica y sostenida, tiene un retorno a largo plazo de 7 a 16 veces la inversión realizada por cualquier país, llámese Finlandia o Perú.
“Esta inversión se multiplica en términos de mejor productividad, una fuerza laboral más adaptable, menor delincuencia y menos problemas de salud”, afirmó la economista finlandesa Noora Laitio (Univ. de Cambridge) quien, junto a su compatriota y experta en educación, Dra. Jonna Kangas (Univ. de Helsinki), crearon una plataforma educativa en torno al aprendizaje participativo basado en juegos: WellEdu Fennica.
“A través del juego, los niños en edad preescolar pueden poner a prueba sus habilidades, practicar nuevos conocimientos y ser miembros activos de la clase junto con sus compañeros, el profesor y sus padres”, opina Jonna Kangas, cuya investigación se enfoca en la pedagogía participativa desarrollada en Finlandia. “El profesor empodera al niño desde el primer día de su educación para que aprenda habilidades de cooperación, negociación, toma de decisiones y cómo asumir responsabilidades”, dijo la experta en su reciente visita al Perú.
Por su parte, Noora Laitio resaltó el “gran” avance del Perú en el último estudio de la OECD sobre el impacto de la educación de la primera infancia. “Los niños que tuvieron acceso a una educación temprana resultaron con 40 puntos más en la prueba PISA frente a los que no recibieron educación preescolar, eso es enorme y corresponde a un año más en educación secundaria. Así que los niños verdaderamente aprendieron a aprender en sus primeros años de vida”, anotó la también especialista en finanzas sostenibles e inversiones responsables en mercados emergentes.
¿Pero cómo seguir mejorando en un país con tantos desafíos como el Perú? Para ambas expertas, la tecnología y las políticas de Estado en materia educativa son clave.
“En países como Finlandia o Perú, donde hay gente que vive lejos de las ciudades, se tiene que llegar a los profesores de escuelas pequeñas. Así que hemos desarrollado una plataforma que puede ser adaptada a una aplicación móvil en un teléfono tradicional; no se necesita muchas computadoras o comprar varias tablets para el salón, solo se necesita un celular para incluir al profesor dentro de una comunidad de mejores prácticas para educación, de donde obtiene material que puede usar para desarrollar ese enfoque en base a juegos”, explica Jonna.
Mientras tanto, Noora comentó que WellEdu Fennica ha desarrollado su plataforma tomando en cuenta las economías emergentes, “revisando proyectos en países donde se implementó un enfoque similar de forma exitosa a un costo bastante económico y a un ritmo razonablemente rápido, así que estamos al tanto de programas en África e India”.