García Márquez, Norma y un duelo editorial

El giro de negocio de la firma hacia los textos educativos afectó a las librerías independientes. El sello, dueño de los derechos del fallecido escritor, decidió vender solo a grandes cadenas y dejar de imprimir ediciones de lujo.

Red Iberoamericana de Prensa Económica
La República de Colombia

“De todas mis relaciones con los libros, la más interesante, sin duda, y la más sincera fue la de haberlos vendido”, dijo alguna vez Gabriel García Márquez. Sin embargo, tras la muerte del nobel, algunos de los que se dedican a este oficio no van a poder comercializar sus obras.

Rumbo editorial
En el 2011, el Grupo Editorial Norma, dueño de los derechos del autor, decidió concentrarse en paquetes educativos y desinvertir en los negocios que no estuvieran en esta línea, exceptuando los derechos de García Márquez.

El escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez explicó en una columna lo que ocurrió tras la decisión: “Desaparecida la editorial, lo que queda es solo una gigantesca maquinaria de distribución que, con la rentabilidad como religión, se ha dedicado a imponer condiciones asesinas a los libreros independientes”.

Es el caso de Edgar Blanco, uno de los dueños de la librería La Madriguera del Conejo, quien no ha podido vender las obras del nobel, pues Norma decidió solo vender a grandes compañías.

Usualmente, las editoriales dejan libros en consignación en estos locales con un descuento, pero con Norma son obligados a trabajar con un intermediario que les ofrece un descuento “mínimo”.

La Feria del Libro de Bogotá comienza la otra semana y no tendrá ediciones de lujo del autor disponibles, pues Norma solo produjo ejemplares económicos.

Tras su muerte, ya se ve un boom en la venta de sus libros. El escritor Miguel Manrique lo ve así: “Todo genio que se vuelve leyenda hace que aumenten sus ventas”.


Las maromas del pequeño librero para tener a Gabo
Ana María Aragón, dueña de la librería Casa Tomada, indicó que “en algún momento nos permitieron comprar con un margen de 25%, cuando lo usual es 35% o 40%”.

Los libreros hacen maromas para tener los libros del genio literario. Mientras unos los compran vía Internet, otros traen ediciones especiales por encargo y otros hasta venden textos usados.

Blanco indicó que incluso en algún momento consiguieron ediciones usadas de libros que eran importantes para no quedar mal con sus clientes.

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