El fundador de Astrid y Gastón -el cual ha recibido el mayor galardón en la primera lista de Los 50 Mejores Restaurantes de América Latina-, Gastón Acurio, señaló que el reto de los cocineros peruanos es conquistar a sus comensales a través de la narración de historias.
“La democratización de la información hace que aquello que estaba reservado a los grandes restaurantes se pueda encontrar en cualquier lugar […] quienes trabajan desde la creatividad tienen que aprender a hacer algo más: contar historias que no solo sean sensoriales, sino también emocionales, que le permitan conquistar el corazón, la confianza y el sentimiento de los comensales”, enfatizó.
Esto hace posible brindarle una experiencia más rica a un cliente que está cada vez más preparado e informado, explicó. “Tu habilidad está en demostrarle en que puedes sorprenderlo más”, anotó en un cóctel en su honor ofrecido por Diners Club.
Pero el gran desafío que está afrontando nuestra comida -aseveró- está en “conceptualizar de manera definitiva cada una de las experiencias gastronómicas peruanas”.
¿En qué consiste esto? Al igual que en un sushi bar japonés cada platillo se sirve en un recipiente diferente, los restaurantes de comida peruana deben “dejar de lado la vajilla hotelera”.
En sus palabras, la tarea consiste en “encontrar el plato para el cebiche, el plato para el tiradito y que esto sea un trademark, […] que el sánguche encuentre el lenguaje perfecto, no para las recetas, ni para el concepto general, sino para los detalles, para que sean más poderosos y puedan competir con otros conceptos de sánguches de otras culturas”.